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lunes, 31 de enero de 2022

Carta a Dama, una perrita fallecida

 




Para muchos, solo eras un perro, una mascota, un ser inferior a nosotros, pero para mí, para todos aquellos que al día de hoy aun lloramos tu perdida, si, y eso que solo eras un perro, no merecías, ni una lágrima, aun menos tu recuerdo, 365 días más tarde…

 


Eso dirían muchos, pero yo no entro dentro, de esos muchos, yo aquí estoy derramada en lágrimas, escribiéndote estas líneas, porque el dolor no desaparece, te sigo extrañando como el primer día, realmente ni siquiera eras mi perro, eras el perro de mi hermana, de mi madre, pero jolé que se lo digan a mis adentros, que el dolor es inmenso, no quiero ni imaginar, cuando le llegue el momento a mi yera, a mi hija perruna, dios quiera que aun falte años para eso…. Llegado el momento… la esperarás al final del arcoíris, para darle la bienvenida, en aquel nuevo lugar, sé que erais rivales, os pasabais el día peleando, pero será un lugar nuevo, estará sola y asustada… almenos peleando, pero estará con alguien conocido, que la llevará a su nuevo hogar, asta que sus padres humanos puedan acompañarla, ósea nosotros…

 


Dama, Damita, te extrañamos mucho, mucho, créeme que tu recuerdo será por siempre. Aun la mama no puede ver fotos tuyas, ni siquiera tus cenizas… le duele demasiado…. Aquí no hablamos mucho del tema, pero todos recordamos, que hoy 31 de enero del 2022, hace el primer aniversario de tu partida… cada uno lo llevamos a nuestra manera, Personalmente no pude despedirme de ti, pero por lo que entiendo, era como si ya supieras, y a tu manera, te despediste, de la mama, de la ana, tuviste un ataque de lujuria, pedias caricias y más caricias, entre saltos de alegría y del papa, estabas con él, cuando partiste esa noche, mientras dormías, por lo que él explica, parecía como si te despidieras de él…

 


Sé que, desde hace un año, eres nuestro ángel protector, nos vas a seguir protegiendo y cuidando en el más allá. Algún nos volveremos a ver, esa es una afirmación mas para mi que para ti, para soportar el dolor en el pecho, en el alma, de ver que no estás en tierra, pero si siempre espíritu, siempre estarás con nosotros, eres irremplazable, créeme que es así…

 


Cuídate, Gracias, por amarme tanto, darme todo tu cariño y amor, gracias, por la paciencia de Vicky, era bien pequeñita cuando te fuiste, paciencientemente, aguantabas que te cogiera la cola, o no te dejará ni caminar… Gracias por tanto cariño y amor, siempre en nuestro corazón… Nos volveremos a ver… Cuídate mucha asta entonces… sé feliz


Escrito: 31 de enero del 2022

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jueves, 27 de enero de 2022

Diario personal: Navidad 2021-2022 -La tercera navidad de Vicky

 



Efectivamente, tu tercera navidad con dos años y tres meses. Como ya te comuniqué en la anterior carta, tu papá y yo, tu mamá estamos viviendo en casa separadas, mientras tú estás con uno, yera, tu hermana perruna, esta con el otro, aunque hay ratos, que ya estáis juntas, así convivís, al igual que tus otras mascotas, los peces, tenías dos, santa claus te trajo dos más, así que en total tienes 4 peces dorados, y uno de otra clase, no se cual, pero es todo negro, lo llamáis “Ton” según tu papá, así le nombraste tú, supuso que le veías forma de “Ratón”

 


Siempre al pasar por casa del “Iaio Juanma” ignoro cómo, pero recuerdas la experiencia del año pasado, la navidad 2020, donde fuiste a su casa, cagaste el tío con las nietas de la Silvia, la mujer de tu abuelo materno, siempre me lo pides, al pasar en frente de su casa. Este 24 de diciembre 2021, volvió a llegar la oportunidad, lo disfrutaste mucho, volviste, llena de regalos y emociones, feliz por la experiencia.

 


Aunque vivamos en casa separadas, el 24 de diciembre nos juntemos los 4 en casa de tu papá, donde recibimos los regalos de Santa Claus, que dejó bajo el árbol, como niña bien coqueta que eres, te trajo pinta uñas Disney, y clips para el pelo con mechones, el tío, ese día, en esa casa te trajo un puzle de encajes de números, entre charlas y risas, cenemos, tu plato favorito, sí, un plato de sopa (que te fascina), y pollo de segundo. Tu mi pequeña gran guerrera, no tardaste en acostarte en tu habitación. Tu papá y yo, nos quedemos en el salón, viendo una peli, eran cerca de las dos de la mañana cuando nosotros nos acostábamos, justo, tú te despertabas con un ataque de tos, con un desesperado llanto, tu papá te cogió en brazos, te llevó a la cama grande conmigo, y él se fue al sofá. A la mañana despertaste, con mucha felicidad al verme, preguntando por tu papá, al escucharte despierta, entró en la habitación, e iniciasteis, una guerra de cosquillas… Después te sentaste con tu papá en la mesa “Disney” y le ofreciste un "desayuno” completo ambos os sentisteis en las sillas correspondientes… Después cerca de las once de la mañana, hicimos un buen desayuno, de tortitas, café, “cao” y leche, observando a esos peces aventureros, que no dejan de nadar, es más aquella noche, mientras veía la peli “El escuadrón suicida 2”, me fije, como


“Ton”
Salía de su escondite, nadaba con mucha libertad y felicidad.

 

El mediodía del 25 de diciembre del 2021. Fuimos a mi casa, a casa de la “iaia Esme” Donde volvimos a comer sopa, ya después caguemos el tió… la primera tirada, no tenías mucha idea, ya después gritos de emoción, pedías más y más…

 


El 26 de diciembre, fuimos a un huerto, de la tía Neus, la mamá de pau, allí hicimos un pica a pica, pero era zona verde, y con animales criados por ellos, al principio estabas un poco tímida, ya después te animaste a observar y corretear por esos pasajes, incluso subirte a los columpios que tiene, o a la montaña de tierra. Llegó otro regalo de santa se lo dejó a la tía Maite, y tu bien feliz, todo lo que sean regalos bienvenidos sean.

 


31 de diciembre del 2021. Te dormiste temprano. Nosotros cenemos, comimos las uvas y ya... el día 1 de enero, llegó a casa de la mama, la iaia, la tía neus, con la prima mar, y el pau, teníamos bolsas de cotillón, Por cierto, en estos días de vacaciones, estas yendo a “otro cole” la ludoteca “Pam y pipa” No extrañaste nada, como si fueras de toda la vida. Y queriendo ser la capitana de todos los niños.

 


Hoy cuatro de enero, estás ilusionada con Melchor, gaspar y Baltasar… pasas los días viendo videos suyos, cantando sus canciones, aun no entiendes bien el concepto, pero lo vas pillando poco a poco, sobre todo que habrá regalos sobre el sofá jaja Lo que más me sorprende, el cómo vas creciendo, aprendiendo, adaptándote, sin extrañar el estado de discapacidad de tus papás.

 


Ya vuelvo a estar aquí para explicarte mi pequeña gran guerrera la última parte, de estas vacaciones navideñas, el 5 y 6 de enero, la llegada de sus majestades los 3 reyes magos de orientes, se puede decir, que realmente el primer año que le prestas atención, claro que de aquí un año, aun mas, ya que ya pasarás de los 3 años si dios quiere, pero llegado el momento, si dios quiere, te contaré a través de este diario… que estoy escribiendo con mucha ilusión y amor, desde que supe que estabas en mi vientre…

 


5 de enero del 2022. 7 de la tarde mas o menos, así es, ese día ya habíamos quedado, que junto a tu amigo Pau (mi primo mas pequeño) sus hermanos, y sus papás, la tía Neus y el tío Jordi, iríamos juntos a ver la cabalgada de reyes. A causa del corona virus, el año pasado se anuló, el otro año, enero 2020. Eras demasiado pequeña para tanto lio de gente y desfile, así sí, este año, 2022, fue el año, en el que allí, os acompañábamos a vosotros los mas pequeños, con muchísima ilusión. Como siempre… Sus majestades, nos hicieron esperar, pero cuando al fin llegaron, tu realmente, no sabías que pero estabas ansiosa, y cuando al fin llegaron, te impresionaste. La verdad no lloraste, pero les tenías un grandísimo respeto. Un par de pajes se acercaron a darte caramelos, y tu te abrazaste aun más a tu yaya, buscando su protección.

 




06 de enero del 2022. Eran cerca las 9.30 cuando despertaste. Sin pensar en que día era… Al recordártelo, te pusiste nerviosa, ansiosa, ya de seguida llamemos a la yaya para levantar… Ver tantos juguetes en el salón te entusiasmo y bloqueo al mismo tiempo. Te regalaron: una familia potato, un equipo médico, una cuna para la muñeca, un cubo de bloques de construcción, plastelina y sus moldes… eso solo al despertar… al cabo del día, días posteriores, llegaron mas regalos, que los reyes dejaron esparcidos, y no pudimos localizarlos antes… como una bicicleta, tu primera bicicleta, sin pedales, solo, con los pies, ya mantener el equilibrio con ella, es un reto, eso en casa de la tía Neus, en casa del yayo Juanma, una muñeca que habla, sus primeras palabras, te encanta presionar su barriga, para escucharlas y repetirlas y en casa de tu papá, otra bicicleta, está tiene la posibilidad que tu papá te conduzca.

 


Así fueron tus terceras navidades, las navidades 2021 -2022. Como pasa el tiempo… en dos meses, ya tenemos que inscribirte en un colegio, el parvulario obligatorio. Ahora tienes dos años casi y medio. Realmente el protagonista es tu vocabulario, cada vez hablas y te comunicas mejor, también me ayudas a cantar… Ya cantamos las canciones a medias, si, si, “La lluna la pruna”, “sol solet, el elefant, la castanyera, Cargol treu banya la pastorcita, la muñeca, el barquito…” Ya últimamente escuchas mucho “Hey Kids” te embobas viendo sus imágenes, sus dibujos: como “Zum papa” el ratón que le tiran zapatos por encima, va la ambulancia a socorrerlo, o los patitos que desaparecen, su mamá los busca con desespero. Tus dibujos favoritos cuando estás con mamá: Callou, pero… ¿sabes algo? A la tía ana también le gustaban mucho cuando era niña.

 

Escrito: 27 de enero del 2022.

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Carta de un narcótico rehabilitándose....

 



Nunca pensé que escribiría estas líneas, tengo que confesar… Siempre he mirado por lo bajo a esas personas, a todos vosotros, a todos aquellos, que os drogabais, pero el mundo es curioso y da muchas vueltas… uno acaba, en situaciones que menos espera… en aquello que más detesta.

 


Jamás pensé que acabaría igual teniendo problemas de drogas, y no hablo de alcohol, ese ya pasó a segundo término, o tercero quizás, hablo de drogas, drogas duras, siempre tuve la idea de que quien las tomaba, era por diversión, y si no las dejaba era porque no le daba la gana… pero la vida me ha dado un golpetazo de la misma medicina, ahora detesto aquellos que me ignoran, que me giran la cara, que me juzgan, sin conocer mi realidad, solo se basan en eso pequeño detalle, sin querer ver más allá de lo rehabilitada que estoy.

 

No voy a decir, que nada de esto me merezco, sabía que jugaba con fuego, y acabé achicharrada, no es necesario, que los demás me giren la cara, me lo recalquen con sus miradas y reproches, no me hace falta, que me insulten por la calle, o me griten drogadicto, no es necesario que me juzguen en cada paso que doy… ya me juzgo más que suficiente, yo misma.



Es tan difícil, que vuelvas a confiar en mí, yo mismo tengo mis propias dudas… ¿Hasta cuándo aguantaré? ¿Qué detonante me volverá a tirar al suelo? Cada caída es más difícil de levantar… algo en mí, ya no vuelve a estar igual, sino peor, cual será aquella, que me hará imposible volver a iniciar… yo mismo enfadado conmigo mismo ¿Qué diablos tiene que pasar, para que no vuelva a consumir más? Antes no lo entendía, pero estar en esa misma piel, me hace entender… la gravedad de la enfermedad de que sufrimos los narcóticos, “llevo meses sin probar una raya, ahora una no pasa nada” Sí, sí que pasa, ya ni cuento las veces que he dicho esa frase, después de esa raya, no he podido parar, haciendo la recaída e inevitable, cada vez más complicado  de superar.

 


Tengo que pedir perdón a tanta gente, y para comenzar vosotros que estáis igual que yo, realmente sois de admirar, por luchar día a día en contra del demonio, después a mí mismo, por no valorarme como es debido, y no tener en cuenta, de todo lo que soy capaz, por salir de esta horrible enfermedad. No debo avergonzarme de las recaídas, son parte del proceso, siempre y cuando, mejore más en cada uno de ellas, sí, creo que es así… ya llevo más de un año, sin un resbalón, sin una raya, tuve que internarme seis meses, los otros seis, en casa, lo conseguí, aunque el mal mirar, mal hablar de la gente, eso es lo peor, y lo que siento que jamás voy a cambiar, por muchos esfuerzos, mostraciones, siento que jamás, cambiarán lo que piensan de mí, ya que de la misma manera, yo hubiese echo igual, lo que hace la ignorancia, solo se entiende, cuando estás pasando por lo mismo, cuando estas en la misma piel, de aquel que críticas, sin saber, sin tener idea de nada.

 

En parte lo entiendo, pero también pienso, que hay dos tipos de drogadictos: “los que aceptan que tienen un problema (enfermedad) aun con sus caídas, recaídas, y levantadas, hacen todo lo posible, por salir de ese profundo pozo, y mejorar” y “los que no aceptan su enfermedad o les es igual, se drogan, día sí y día también. A ese segundo grupo, les llamaría drogadictosal primero: personas con enfermedad de drogadicción, merecen que se les extiendan la mano, y esa segunda oportunidad que todos merecemos. ¿Al segundo grupo? Tiempo, a que ellos mismos lleguen al primer grupo, para esa oportunidad… Con todo esto aprendí, que no se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado, a la misma, no me pueden ayudar, si no quiero serlo… es injusto e inhumano, que hagamos sufrir a quien más queremos, por nuestra equivocación…


Escrito: 26 de enero del 2022

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domingo, 16 de enero de 2022

La frustración del adulto con discapacidad. Reflexión 2022

 

Con mi hija... Sí tengo una hija de dos años

Hace tiempo, con dos artículos distintos hable sobre el tema, “la frustración del adulto con discapacidad” y “Palabras de una mujer con discapacidad a sus padres tras su ruptura” y hoy me gustaría mezclar esos dos artículos, que me persiguen día tras día…

Antes de nada, decir, aclarar, que estoy viviendo en la casa que me vio crecer, que vio convertirme de niña a mujer, vuelvo a estar en la compañía de mi madre, y mi hermana 13 años mas joven que yo, ella ya tiene sus 21 años. El echo de estar entre estas 4 paredes, me causa conflicto emocional, ya que yo ya no soy la misma niña, que salió hace 13 años atrás… Ya maduré, ya soy una mujer, el vivir durante tantos años, en otro lugar, independiente, fuera del alcance paterno, ya me convirtió en otra forma de hacer y de pensar… En esta casa, en mi familia, sobretodo mis padres, parece que se olvidan…

 


Ellos se encierran para ir al baño, en cambio conmigo, hacen reuniones de charla, estando yo en la ducha, o sentada en el WC. A mi hermana le pregunta “¿Puedo entrar en la habitación?” Conmigo no, conmigo entran directamente. Ninguna deja la puerta abierta, por el pudor de su desnudez, conmigo en la ducha, entra todo el mundo, o lavarse las manos, o Wc… De ahí llega, el inicio de la frustración… después no entienden porque estas enfadado…..



Hay días, que lo primero que te dicen la mañana “Hoy toca ducha” “Hola, buenos ¿días que tal?” Después sigue la guerra, porque te tienes que duchar a la hora que ellos dicen…. Entiendo, que ellos te tienen que ayudar, tiene que ser un horario que ell@s puedan… pero de ahí a no negociar…. O para asearte, hay zonas que quieres tú, a tu manera, que nadie, menos tu madre o padre metan mano ahí, pues esa es otra, ya que estoy yo a mi manera, cuando me levantan el brazo para ponerme desodorante o pasar una toalla húmeda… “quita mujer, que esto lo hago yo” aun se sienten ofendidos sin recordar que ya no soy la niña de ayer,

 


Que conflictos más me encontré… Yo que voy en silla de ruedas, salir con mi madre a la calle, es imposible, esta todo el tiempo “Vanesa cuidado” “Vanesa esto” “Vanesa lo otro” Ya se, ya veo, o ya oigo “Me guío más por el oído que por la vista” por más que le digo, por más que le expongo, ella, sigue, que sigue su cantalera… o como la hora de vestir o peinar… yo quiero calzado cómodo como las bambas, mi madre si o si me tiene que poner la bota elegante, o el pelo suelto (el que yo quiero) o recogido con una coleta, si o si lo tiene que conseguir la verdad, siendo sincera, me da demasiada rabia… si son discusiones tontas, pero reales, que anulan mi voluntad de decisión, me vuelto una niña nuevamente.

 

Como he expuesto, hace tiempo hable, de la frustración del adulto con discapacidad, en aquel entonces no era muy consciente, escribir bastante por el aire, pero ahora, lo sé, lo estoy viviendo en mis propias carnes, es muy doloroso y frustrante, por ello, vuelvo a escribir sobre el tema, por que si tengo discapacidad, sí, soy dependiente, pero ya no soy la niña, que fui ayer, soy una mujer de 34 años, con poder de decisión, debería ser respetada aunque a la otra parte, no le parezca, y aceptar mis decisiones, por mucha tontería que les parezca. Si me tengo que equivocar, lo haré, aceptare, y aprenderé, si me tienen que criticar, por tener una mancha en el pantalón, que lo hagan, es cosa mía, es lo que ellos no quieren entender…. Cada pequeña cosa es motivo de disputa, no quieren ver la realidad, que, si soy dependiente, sé que no es nada fácil, y agotador, ser cuidador, pero tampoco es nada fácil, depender de los más, mas si ellos, no aceptan la realidad del adulto que ya eres.

Escrito: 16 de enero del 2022

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jueves, 13 de enero de 2022

Diario personal: Mi experiencia con las drogas…

 



La pesadilla parece real, es muy fácil tener una adicción, poder combatirla, cuando se tiene dinero y fama, sí quizás te quedaste arruinado, pero tu cara conocida, te sacará de todos los apuros, podrás volver a empezar… Justo inicio la lectura del libro del gran conocido Alsonso Caparros “Un trozo de cielo azul” él tuvo problemas con las drogas, a causa de ello, se cambió de comunidad, pero tuvo que dejar una relación para sobrevivir, justo a empiezo a leer esa, su lectura, ya tengo varios que decir… Es que ahora, al tiempo de hoy 2022 lo veo por televisión, ya recuperado, e incorporado, en su oficio…. Pero entiendo no le fue nada fácil, tendré que seguir leyendo las páginas de ese libro, para entender más… que más me siento identificada.

 


Así es, no compre ese libro por casualidad, lo compre, porque me sentía identificada, en ese, en este momento de mi vida, donde explica, anuncia un poco más profundo, su problema con las drogas, con la cocaína para ser exactos, ese que ese polvito blanco, inocentón, es la hija del mismismo diablo, como dije una vez, lo sigo pensando, realmente, no es una idea mía, se lo cogí al padre de mi hija, el amor de mi vida,  en el que es muy cierto “las drogas no son el problema, sino los fantasmas que hay en nuestro interior, nuestros demonios”

 


Sí, tengo un problema con las drogas, la cocaína para ser exactos, mucha gente, me ve como niña, incapaz de cometer tan estúpido error, pero señores, señoras, no soy una niña, soy una adulta, no importa la silla de ruedas, soy mujer, soy persona, bien consciente y capaz de tomar mis decisiones, aunque algunas sean, una real cagada, es lo normal del ser humano, sí equivocarse… nadie me manipulo, me obligo, yo misma quise abrazar, probar la cocaína, la veía mil veces mejor que el alcohol, ni entendía, porque era clasificada como droga dura… Me ayudaba cantidad, ante mis secuelas de la parálisis cerebral, no negare que me encantaba la sensación con el tiempo de estar jugando con ella, me quemé por completo, ya vi claro, la semejanza con el diablo, ya cuando quise decirle basta, ya era tarde, es bien adictivo, era casi imposible decirle no, el espejismo, de las hormonas de adrenalina y felicidad, era superior, el cerebro quería más y más…, ya que solo se quedaba con lo positivo, eliminando de la mente, por completo lo negativo de la droga, Fue un error, un grandísimo error, lo sé, mas, con una niña pequeña, que dependía de su madre, pero antes de juzgar… hay conocer el escenario que hay detrás… Realmente la cocaína, no es el problema, si claro es muy adictiva, esos espejismos de grandísima felicidad no ayudan, pero si despertó ese monstruo dentro de mí es por algo, son las múltiples sombras, que me abrasan, tengo que cambiar mi vida, mi propósito, “corregir” lo que me falla, lo que me mantiene rota, buscando arreglo, en lo más peligroso, tengo que cambiar eso, corregir eso, el monstruo permanecerá dormido, tener una adicción a las drogas, es un pez, que se muerde la cola: “Inicias a consumir, en busca de algo, tienes que encontrar ese algo, para dejar de consumir” aparte terapias, psicólogos, siempre en alerta, porque quien tenemos ese monstruo, ya es para toda la vida, se trata, si tú lo controlas a él o él a ti, confirmo, pero lo voy trabajando, mejorando día a día, yo controlo al monstruo, la prueba es que estoy hablando de ello, sin ninguna necesidad de tener esa porquería cerca, estoy leyendo un libro del tema, trabajo con dinero en mano, estoy escribiendo estas líneas, sin ningún antojo, es más me convenzo que la quiero bien lejos. Justo inicio a leer el libro, pero soy consciente, con dinero todo es mucho más fácil, en mi caso, la falta de este, y demás problemas me empujaban a consumir más y más “un poco de paz” con esa venda en los ojos, que esa “paz” era un grandísimo problema más, también era un problema, porque no tener dinero, tampoco había droga… Como digo es muy fácil criticar, sin conocer las circunstancias que hay detrás…

 

Al día de hoy 6 meses y sumando sin consumir ni una raya y sumando, pero antes quiero aclarar, que mi discapacidad, no elimina esa curiosidad, o esa manera de hacer, es lo que pensáis, que me manipularon a, b o c, en realidad, me estáis discriminando, me estáis incapacitando, en algo, que como todo humano, es muy fácil caer en el pozo, y no nadie me manipulo, ni me obligó, yo Vanesa Ruiz García, quise jugar con fuego, y me abrasé… en todos los sentidos, pero estoy aprendiendo y saliendo,, de las más difíciles situaciones, y lo lograré, lo más difícil ya lo he pasado, y seguiré aprendiendo y mejorando…


Escrito: 13 de enero del 2022

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sábado, 8 de enero de 2022

Reflexión personal: Mis dos hijas

 


Ellas dos son mis hijas, si las dos, la mayor es la más bajita, oscurita con cuatro patitas, una colita, mucho pelo, sí así es la perrunita. Ella es mi hija mayor se llama yera, ya tiene 11 años, 10 y poco con nosotros, adoptada en una perrera, de Valencia, (España) fue entregada en un pueblo de la costa Brava sobre la una de la madrugada. Desde el minuto 0 ella lo supo, supo que éramos sus papás, aquel su nuevo hogar. Aquella misma noche, atajó a la primera norma, de ir a dormir a su camita, recién comprada para la recién llegada, en el salón (en la habitación de al lado estaban durmiendo sus papás) ese fue el comienzo de nuestra paternidad, de una perrunita, pero papás, a fin de cuentas, ella, se comportaba y comporta como una hija más… se pone super feliz cuando vamos todos juntos, se entristece, se preocupa, y tiene miedo, cuando sus papás pelean…





La pequeña, la humana, blanquita de piel, ya dos años, llegó cuando su hermana perrunita tenía nueve años, cerca de los diez años. Al principio muy bien, Yera no entendía la llegada de ese cachorro, pero lo cuidaba y lo defendía como uno más…



Con el pasar de los días, semanas, meses, sus papás, se olvidaron, que yera era hija única y muy mimada y consentida de sus papás, estos, al llegar el cachorro humano, sin ser conscientes, dejaron un poco de lado a su hija mayor, esta sintió como la desplazaban, por el cachorro, e inició unos grandes celos… nosotros sin ser conscientes los provoquemos… a Ello voy, con más razón digo, que la perrunita, es la mayor de mis hijas, al día de hoy, dos años mas tarde, se toleran, pero sin molestarse mucho una a la otra, ya comparten juguetes y travesuras, la pequeña ya culpa a la grande de sus travesuras jajajaj ¿Quién dice que no es lo mismo? ¿Quién dice que no comparé? Acaban de pasar los 3 reyes magos, Yera también ha reclamado su regalo… ¿Qué más pruebas quieres? Yo como su madre, se que de la misma manera su padre…. El día que tengamos que enterrar a la mayor de nuestras hijas (lamentablemente, por regla general, así será) será un sufrimiento inconsolable… porque ellos, son mas que un perro o un gato, son más que una mascota, son parte de la familia, su partida, duele igual que se fuera un hijo.

 


Ellas son mis dos hijas, la grande y la pequeña, la oscurita de piel (como su papá) y la blanquita de piel (como su mamá) Pero ambas son fuertes, guerreras, caprichudas, valientes (Yera, significa guerrera en vasco) pero que decir, son idénticas las dos a sus papás… Y la familia Muñiz Ruiz, no puede estar mejor construida.



Escrito: 08 de enero del 2022

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sábado, 1 de enero de 2022

Relato: Las 12 campanadas

 


Cuenta la leyenda, que ya cuando suene la última campanada, cierra los ojos, tu deseo será real…

Fue un año terrible, sobre todo el último mes, la muerte de mi padre en aquel accidente de tráfico, él tranquilo, parado en aquel semáforo, cuando le envistió aquel borracho, dejando el coche nefasto, ni tiempo de llegar al hospital, que murió en el acto, lo peor de todo, que aquella mañana discutimos por una tontería, maldita tontería, que la última palabra que le dije a mi padre fue “Te odio”



Tras las 12 campanadas y comerme mis 12 uvas, me acosté satisfecho de haber pedido mi deseo, no es bueno trasmitirlo, por ello, guardo boto de silencio, pero al despertar ese 1 de enero, lo primero fue sentir el olor de las tortitas que hacía mi padre, no era posible, pero su voz resonante y un pellizco en mi piel,  confirmó que no estaba soñando que aquello era real, di un salto de la cama, baje las escaleras de dos en dos, lo vi, allí estaba, mi padre, haciendo malabares con la sartén y las tortitas en ella. Me abalancé sobre él abrazándole con fuerza, casi provocando un accidente…



-     Oh hijo yo también te quiero, pero parece que no  me has visto en un mes -esas fueron sus palabras, y él ignoraba asta que punto eran realidad… Me fijé en el calendario, marcaba un mes atrás, más bien en el día más terrorífico de toda mi vida… para nada iba a discutir con mi padre ese día, menos aun iba a dejarle salir de casa.

Fue un día muy entretenido y divertido, ignoraba cuando me sentía, yo tan feliz, bueno, si claro, le estuve ayudando arreglar cosas de la casa, ya iniciaba esa última tonta discusión que tuvimos, pero no le seguí le di la razón en todo, todo, pero me olvide de un pequeño detalle, es que él era psicólogo, tenía pacientes caseros, qué él iba a sus casas, en caso de una emergencia, obviamente, como aquel día, el teléfono sonó, con un paciente desesperado, como era de esperar, mi padre no pudo decirle no, por mas que suplique no creía mis razones (nadie lo hubiese hecho) se ve lo mas apurado posible, me quedé verdaderamente sufriendo, pero si había tenía esa segunda oportunidad, algo debía ser diferente, respire hondo, espere con toda mi alma, que no me equivocara. Mi móvil, lo tenía a todo volumen, a diferencia de un mes, que como estaba enfadado, lo tenía apagado, ahora me ponía a pensar, que menuda idiotez la mía… De repente el teléfono sonó con verdadera desesperación, al igual que mi corazón, de la misma manera lo atendí… la noticia que no escuchar, se pronunció “Su padre ha tenido un gravísimo accidente, vaya al hospital” Con verdadera desesperación de la casa salí, derramando lágrimas, y suplicando al cielo. Al llegar, al entrar en aquella habitación de hospital, con olor a desinfectante, lo vi, allí estaba, aun había esperanza, entubado asta los pies, le cogi la mano, “papa, lo siento mucho, papá lo siento mucho, papa, te amo…” Llegué a escuchar “Yo también hijo, eres mi mayor tesoro, se feliz” fui consciente, fui testigo de su último suspiro…

 

Volví a despertar, en el tiempo real, sin entender nada… por que el destino me dio esa oportunidad… ¿para ver morir a mi padre igual? No entendía nada… por mas vueltas que le daba no entendía… Es que era cierto, yo pedí despedirme de él, el destino, me dio la oportunidad de despedirnos con amistad, sin recelos sin remordimientos, ni enfados, seguía teniendo un ángel protector allá en el firmamento, pero le pude decir adiós, un te quiero real y profundo. con todo sí, se cumplió mi deseo en esas doce campanadas, después de esas 12 uvas, y siempre creería en ellas

Escrito: 01 de enero del 2022

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