La niña del otro lado es quien
soy, no soy de aquí, no soy de allá, o más bien del revés, de aquí y de allí,
soy como el viento, y como el mar, como la canción de la Sirenita “Soy parte de
él” ¿Quién soy yo? No lo sé, o si lo sé, es complicado de expresar, hay que ver
más allá, como el cuento “La sirenita” o “Vaiana” Hay más allá, de lo que tu
mirada puede observar. Nos une o nos separa, pero todos miramos, el mismo mar,
océano, esa misma luna viajera que nos acompaña, que nos alienta, que nos anima
sin palabras, pero el mensaje es el mismo “tú puedes” Muchos ignoran eso, que, a
pesar de la gran distancia, vemos lo mismo, mismo océano, misma luna, mismo
viento sopla, moviendo todo aquello con un mensaje único.
No conoces mis raíces, ni yo
misma, conozco quien soy realmente, solo se, que soy “la niña del otro lado” me
quedo pensando, como esas películas inventadas “¿que habrá más allá?” otro
mundo que desconozco y yo formo parte de él, me gustaría tanto conocer, algún
día lo haré. Sé que sola no voy a estar, que mis papás y todos los que me aman
ahí van a estar, los que conozco, y los muchísimos que no, porque mi camino
acaba de empezar, mi huella he de dejar.
Atentamente: Vicky Sofy una niña
del otro lado del océano de dos años.
…Y sigo con mis reflexiones, no sé,
no puedo evitarlo, ya expuse mucho de lo que quería decir… pero hay algo ahí… sigue
la espinilla clavada pero ayer mismo me puse a reflexionar de todo…
Pasado, presente y futuro, bueno más
bien, los dos primeros… pasado, algo que siempre está ahí que es bueno
recordar, no olvidar, pero no es bueno estancarse, y no avanzar, con todo yo creo
que ahí voy, pasito a pasito, pero no pude evitar mirar atrás, recordar y
reflexionar…
35 años en este planeta, toda la
vida con parálisis cerebral, Mi adolescencia, pasó encerrada entre 4 paredes,
no pasé esa etapa, se puede decir, que asta los 20 no empecé a vivir, y viví a
tope, mucho mas de lo que uno puede imaginar.
Siempre he tenido mis traumas
ocultos, jamás pensé que acabaría enganchándome a lo que mas detestaba, pero
ahí está clave, en mis traumas, ellos, son los responsables, del pasado mas
cercano, de mi estado mental y físico, pero es solo mía, la responsabilidad lo de hacer algo para
recuperarme. En eso consta mi presente.
Con 20 años, deseaba un novio, un
vivir típico de joven, así llegó a mi vida, viví por todo lo alto, con 27 años probé
el alcohol, algo que jamás pensé que haría, el causante de tantos problemas de
mi pasado, lo odiaba, pero, al probarlo acabe detonando la bomba, me gustaba
tanto el como hacía sentir… sin ser consciente del mal que me hacía.
Hoy soy consciente, que todo es
obra de mi mente, de mi pasado, de todo aquello que me ha traumado, esa bebida,
esa sustancia, solo es para ocultar mas el daño, a la misma causa más… no es difícil pasar de una sustancia, a otra,
es de lógica, y todo a causa de lo mismo, trabaja el subconsciente, di en alto
lo que te duele, trabaja lo, trabaja lo mucho, y poco a poco tu podrás tener el
control, de todo aquello, tanto mental como físico, tu controlarás y dominarás
tu consumo no al revés. Es un trabajo, largo, constante y duro, pero se puede lograr.
Ayer, quería un novio, y vivir
adolescente, lo deseaba mas que nada, y lo logré, nunca imaginé que un caballero
andante cruzaría el océano, dejaría toda una vida de triunfos por mí, gracias a
él viví, para bien y para mal, así fue, pero incluso para mal, fue una
enseñanza, algo bueno, que ver y afrontar. Nunca imaginé casarme, ni criar un
perro, algo que deseaba de niña, lo logré de adulta, si lo deseaba obviamente,
pero nunca imaginé pasar por nueve meses de un embarazo, y dar a luz y criar
una niña… De la misma forma, la parte negativa, que explotó este ultimo año,
reconocer, afrontar y trabajar mis adicciones, tampoco imaginé ayer, que
viviría algo así, pero como lo bueno que he vivido, también tengo que reconocer
y afrontar la parte negativa, que como bien he dicho, trabajando mi parte
psicológica, para afrontar y yo controlar esos impulsos. A causa de ello llegó
lo inevitable, que jamás tampoco imaginé, la separación entre mi caballero
andante y yo, con una niña en común. Aunque uno no lo vea, las adicciones destruyen
todo, pero sobre todo es no saber identificar, nuestras propias torturas
mentales, poder trabajarlas, y llevar vida sana y feliz.
Siempre dicen que el primer héroe
de un niño varón es su papá, y sí no lo niego adoro a mi papá, es mi héroe,
pero hay otro varón, que desde el primer momento que le vi, fue mi admiración,
mi ejemplo a seguir.
Siempre ha estado a ahí, yo poco
he podido estar lejos de él, siempre le he seguido como los patitos a su mamá
pata, siempre he repetido sus gestos, su forma de hacer…
De niños se enfadaba a menudo conmigo,
por ser ese bichito que no se separaba ni un instante, que le robaba sus
juguetes, su espacio personal, que no le dejaba estar en tranquilidad con sus
amigos, que le molestaba en cada caminar…
Pará él su primera responsabilidad,
sin haberle preguntado nada “tienes que cuidar a tu hermano pequeño” “compartir
tus juguetes con él” “No enfadarte si se te lleva todos tus juguetes” Frases
frecuentes que escuchaba cuando era niño, yo me sentía, el protagonista, orgulloso
de mi mismo, en cambio él, eran frases, que no llegaba a entender del todo, para
él, yo era una responsabilidad, que él no era lo suficiente mayor para entender…
yo era el incordio, que le robaba todo el protagonismo, el cariño que tenía que
compartir con papá y mamá…
Eso era ayer, hoy ya somos
adultos, no se si genética o porque fue mi ejemplo a seguir, pero tenemos mucho
en común. Los que le incordiaba y enfadaba de niños, ahora le orgullece, tenemos
muchos gustos y aficiones a compartir, muchos recuerdos a recordar entre
carcajadas.
Mi hermano mayor, de las personas
mas importantes de mi vida, mataría o moriría por él, yo sé que él haría lo
mismo por mí, somos unos chicos que no demostramos nuestros sentimientos, pero
sabemos lo que sentimos uno por el otro sin necesidad de palabras. Te adoro,
aun de más mayor, quiero ser como tú, mi hermano, mi héroe…