Soy cristiana, me consideró hija
de Dios, como bien dice Efesios: “Estad firmes en la libertad en la que Cristo
nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al jugo de la esclavitud…” la
pregunta es ¿Realmente me considero libre? ¿Realmente, cambio el temor por fe?
Él siempre me dió la libertad de
elegir, a pesar que la mayoría de mis acciones del pasado, iban en contra de
sus mandamientos y estatutos, Él nunca me soltó, me dejó hacer, soy consciente,
que viajar al inframundo, fue mi consecuencia, de mi libertad, de elegir,
elegir, esclavizarme… es un poco contra sentido, porque me esclavicé a causa de
una enfermedad, la enfermedad de la adicción, que es gobernada por el diablo,
la única manera de salir, es ir a la luz, ir a la luz para lograr la libertad…
La adicción si, es una enfermedad,
que esclaviza hasta el punto de que viajas al inframundo. Libertad solo la
lograrás yendo hacia la luz… Libertad solo la lograrás entendiendo, que hay
algo superior a ti, que tu solo eres un peón más en este mundo… si sueltas
todas tus cargas, y se la entregas a Él, Él te ayudará, te dará las herramientas,
personas, lugares, para tener la libertad seguir tu vida… En el pasado, le di
el control a la adicción, pensando que me daba vida, ignorando que me estaba
muriendo poco a poco.
Hoy le di el control a Dios, y él
me dio la tranquilidad, paz, libertad, de elección de mi vida… Hoy entiendo que
yo no tengo el control de nada, pero si confío en esa fuerza superior, tendré el
control de todo. Antes la controlaba la enfermedad de la dependencia, de la
adicción, realmente no había forma, de controlar nada. Mi entierro estaba cada
segundo mas cerca… que tan egoísta era que tan poca empatía sentía, de mis
padres enterrar a su hija, de una niña dejar sin su madre, solo porque ella se
suicidó involuntariamente… Gloria a Dios por no soltarme a pesar de mi desobediencia.
Hoy si tengo la libertad después de
años de desintoxicación, de elegir como vivir, Dios es mi guía, pero es mi elección
de seguir su consejo o no, ya no seré inocente de la desobediencia, sé lo que
hay, sé que no quiero volver, pero como peón soy débil, pero con Dios a mi
lado, todo lo puedo porque Él me fortalece, Él es mi lampara, mi dirección. La
mochila pesada, se la entregó a Él, a cambio de la libertad para poder vivir.
Ayer era esclava de mi adicción,
hoy soy libre por el amor de mi Dios me hizo libre, soy libre para vivir, bajo
mi responsabilidad, poder tener un control de esta enfermedad, y no al revés,
hoy entiendo, que la voluntad de Dios es mejor que la mía, y a él le suelto
todo, él lleva él control, la misma, me da mi libertad.
Escrito: 22 de junio del 2024.
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