Aquí estoy yo, nuevamente metido
en líos, nuevamente el mismo error, caída, tras caída, sé que estoy abrazando
al mismísimo diablo, quiero, de verdad quiero, pero no puedo parar… nuevamente
sola en la oscuridad, acurrucada como una niña asustada, como necesitaría el
abrazo y consuelo de mi abuela… mi abuela, ya décadas fallecida, ella te veía,
en cada planta, en cada animal, cada ave, que volaba por el cielo, ella me
inculcó que tu existías de nosotros cuidabas, incluso en las mariposas, ella
siempre que veía una mariposa “Ahí está Dios”
Es algo que no puedo entender, “¿Que tan bueno he sido yo contigo que me sacas de cualquier problema? Que tanto me merezco ser tu amiga, que, en vez de darme un castigo, si he caído tú me alientas… Cuanto quiero que te aparezcas, cuentes como hiciste las estrellas, muchos me han contado, pero no me han convencido, Te amo mi Dios, te amo y te necesito, y te amo, no sueltes mi mano, te lo suplico, ya ves que mi voluntad y forma de hacer es un desastre, aunque no lo parezca yo solo quiero seguir tu camino, quiero volver a esa inicial que tu construiste, formaste “a tu imagen y semejanza”
Científicamente te conozco por
las alas de la mariposa cotidianamente te persigo, me encantaría que regresaras
pronto, es el autor del universo te estamos esperando para el autógrafo y la
foto. Te amo y te necesito tanto… Siento un golpe al suelo o lo he alucinado,
palpo “la biblia” “Su palabra” “Tu palabra que ahuyenta mis dudas, trae luz, en
la noche mas oscura, tu palabra es una espada de doble filo que atraviesa mi
alma, tu palabra que se lleva la desesperanza, aunque pase el cielo y la tierra
nunca pasará, tu palabra nunca regresará vacía” Palabras sabias que me recordaba una y otra vez mi abuela,
que me aseguró que todas eran promesas para mi…
Con las manos temblorosas y la
cabeza botada por la abstinencia de la sustancia, abro ese libro de ley, es que
hay tantas promesas para mi… enciendo un débil luz, empiezo a leer tantas
palabras que recitaba mi abuela, me las susurraba como canto de cuna, su recuerdo
me viene tan claro, como si las escuchará ahora mismo… “Clama a mí y yo te responderé
te daré cosas grandes y ocultas que tu no conoces” “no hay sano en mi carne, a
causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado, porque mis
iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; como carga pesada se han agravado
sobre mí, estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, porque mis lomos
están llenos de ardor, y nada hay sano en mi carne” “Dame un nuevo corazón este está demasiado
envenenado, dame un nuevo corazón, nuevo espíritu, sácame este corazón de
piedra, y dame un corazón de carne” Leo, leo, y sigo leyendo hay tantas
promesas para mi… solo tengo que determinar, ser valiente, Él permanecerá conmigo
como poderoso gigante, enderezando todo camino torcido, quebrantando puertas de
bronce, cerrojos de hierro, hará pedazos, si creo en él, podré pasar este
infierno sin quemarme…” leí, leí, leí y seguí leyendo… estaba amaneciendo, de
la nada, por la ventana entra una mariposa, hermosa ella, me quedo hipnotizada,
viendo como entran dos, tres, cinco, una docena de ellas, es como si la
habitación solo iluminada por una débil luz de lámpara fuera iluminada por el
sol del mediodía… revolotean a mi alrededor es como si Ezequiel 36.26. Se
cumpliera en mi en este mismo segundo…. Es que ha venido mi luz y la gloria de
Dios está sobre mí. Si Dios está conmigo ¿quién contra mí?
Relato inspirado en estas canciones:
Escrito: 06 de junio del 2024
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