Aceptación la vida es un proceso constante, en el que tenemos que pasar por el camino de la prueba (proceso) para llegar a la meta “la aceptación”
En mi camino, he pasado tantos
procesos, pero hoy quiero hablar del proceso de la adicción, de la aceptación
en ese ámbito. Aceptar que estoy enferma, que es una enfermedad del alma,
incurable, incluso mortal, pero a la misma, yo puedo mantener el control, que
ese dragón que habita en mi interior llamado “Adicción” se mantenga dormido
tengo la chuleta de los dos 12 pasos, 366 reflexiones, que me ayudarán en los
procesos del día a día, solo centrarme en esas 24 horas, no más, solo
preocuparme, trabajar por el hoy, y el ahora. Esas reuniones, esos compañeros y
compañeras, que son tabla de salvación.
Aceptar, que no soy la paciente
cero, aceptar que yo no soy la meta, que
estoy aquí, que tras de mi hay un conjunto de generaciones, bisabuelos, abuelos,
padres, con la firma enfermedad en la que se ha ido pasando de padres ha hijos,
aceptar, que no soy responsable de ese resultado, aceptar, que si soy
responsable de que manera observo a la enfermedad de la adicción, aceptar, que
no soy la última en la cadena, que generaciones delante de mi, que probablemente
también la tendrán, aceptar, que dependiendo de mi proceder, será como actúen las
generaciones futuras.
Al día de hoy soy madre, mi hija,
seguramente también tendrá la enfermedad, pero dependiendo lo que yo haga hoy,
ella seguirá mañana. Me puedo estar quieta, seguir matándome poco a poco o
rápido dependiendo lo que mi corazón aguante, es el ejemplo que está viendo mi
descendencia, probablemente ella actuará igual, somos un espejo para ellos, lo
que tu haces, ellos van hacer. En cambio… Aceptar, que estoy rompiendo el círculo,
estoy rompiendo con la “maldición de generaciones que no hicieron nada, ni
siquiera aceptar que estaban enfermos”
Estoy haciendo algo, primero estoy aceptando mi enfermad mortal,
entiendo que es para siempre, pero que a la diferencia de otras enfermedades “Yo
puedo tener el control” trabajando en ello, 366 reflexiones, doce pasos, doce
tradiciones, Aceptando que sola no puedo, entregándole mi voluntad a Dios, suplicándole
que no me permita caer, pero para ello, yo tengo que esforzarme, hacer todo lo
necesario, para que Dios pueda obrar y romper la maldicción, las generaciones
futuras tengan las herramientas necesarias para poder controlar y no al revés.
“Dios concédeme serenidad para
aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que, si
puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia”
Escrito: 19 de mayo del 2024
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