Como pasa el tiempo… tan rápido
que ni te das cuenta, más rápido pasará y mi pequeña gran guerrera, más grande
será… aun por mi menoría, ni me daré cuenta, serás una joven señorita, mi deseo
con una buena crianza y una gran mujer.
Hace tres años que tenía el deseo
de ser mamá… ya era un deseo latente, en el que fue fallido en el pasado, antes
de dejar atrás, el número dos de mi edad. Mi pequeña gran guerrera llegó a mi
vientre, cuando tenía 31 años.
Todo era novedoso, incluso el
embarazo era dificultoso, un embarazo en estado de parálisis cerebral, los
médicos en todo momento, me trataron como una mujer mas, y estuvieron muy
pendientes, cada consulta, cada ecografía, era algo novedoso y emocionante.
Un 23 de septiembre llegó
victoria Sofía, Muñiz, Ruiz, Tan guerrera, como siempre había demostrado desde
el minuto uno, en mi vientre. Una nueva etapa empezaba, había sido hija, lo
sigo siendo, pero ahora me tocaba ser madre, con condición de discapacidad,
algo que nunca se habla, poca información existe. De la mano de mi compañero de
vida, padre de mi hija, inicié llena de preguntas, temores y aprendizaje, mucho
aprendizaje, que va conociendo uno mismo sobre la marcha, no hay un cursillo,
no hay un Manuel de como criar, menos en situación de discapacidad, cada
experiencia, es especial, única, un aprendizaje del hacer, vivir día a día… allí
vas aprendiendo, en mi caso, que muy escasas veces había cogido en brazos a un
bebe, cuando tuve la oportunidad, con mil manos y ojos, arrebataban los míos en
mi caso aprendiendo a cogerla en brazos, aprendiendo a dar el biberón,
aprendiendo, a como cuidar su sueño por la noche, aprendiendo, posturas
adecuadas a la misma accesibles para jugar con ella, era conocimiento puro, día
si, día también, y aun al día de hoy, dos años después sigo aprendiendo… es que
la paternidad o maternidad en condición de discapacidad, es información al límite,
siempre, hay algo nuevo que aprender… Es que Vicky a mi lado, saco fuerzas de
no sé dónde, logro cosas, que jamás creí poder hacer… Darles los biberones en
mis brazos cogida, dormirla en mis brazos, acunarla en su cuna, vigilar su
sueño, (a pesar de los berrinches, se acababa durmiendo, acompañada de mamá)
darle los potitos con cucharada, sentada desde su tumbona, viendo sus programas
favoritos, jugar con ella, divertirla, sacarla a pasear, con el cangurito, ya
de mas mayor, sentada en mis piernas (aun al día de hoy) quizás, sí, afirmo,
que nunca la bañe, o le cambié el pañal, pero si la desnude, o medio vestí.
A partir que ya caminan con
soltura, inician otros desafíos, como intentar atraparlos si echan a correr… A
partir del año medio y puede que antes, ya entienden muchas palabras de las que
pronuncian, es ahí el truco, tienes que hablarles, que enseñarles, que
indicarles, como hacer, como seguir, con cuidado y probando en sitios donde no haya
peligros, pero explicarles en voz, marcarles los límites, tus limites, ellos
entienden y comprenden mas de lo que imaginamos. Obvio Vicky ha tenido y tiene
sus pataletas, ¿pero sabéis mi truco? Decirle a un desconocid@ que me la ponga
en brazos, con eso la pataleta de mi pequeña gran guerrera pone fin.
Cuando eres madre o padre en
condición de discapacidad, tu mism@ tienes que afrontar y averiguar cómo
hacerle, para tener esa privacidad con tu hijo o hija, o al menos ese ha sido
mi caso, más cuando estoy pasando un momento muy complicado con el padre de mi
hija, ya no puedo depender de él, tengo que buscármelas por mi misma. Quizás es
algo obvio para cualquier persona, pero cuando tienes una discapacidad, es de
los retos mas importantes y enormes que afrontar, un gran logro digno de
celebrar cuando ver que eres capaz.
Dos años ya con Vicky, dos años ya con el titulo de mamá, siento que aun estoy aprendiendo, que estoy averiguando al mismo son que mi pequeña, nuevos retos, siento que formamos un gran equipo, nos complementamos. Gracias ella me estoy superando como persona, sí claro mil veces me equivocare, pero lo intentaré lo mejor que sepa, lo mejor que pueda… Como digo esto es aprendizaje sin fin, ya os iré contando sobre la marcha. En los dos años que llevo estoy feliz con los resultados, sobre todo los de los últimos tiempos. En el que, junto a mi pequeña gran guerrera, soy consciente, ya no solo como persona con discapacidad, sino como mujer, también como madre, yo me puedo valer, puedo lograr lo que me proponga, sin depender del bastón que siempre ha sido el padre de mi hija, sé que sin él, junto a mi pequeña y quizás alguna pequeña ayuda, pero sí, lo lograré
Escrito: 09 de octubre del 2021
También te puede interesar... Mi experiencia personal como mamá con parálisis cerebral 20 meses después
Sígueme en mis... Mis redes sociales
No hay comentarios:
Publicar un comentario