Quizás uno no sea consciente, la familia utiliza esas palabras porque es lo habitual, es lo que se escucha en el día a día, la propia persona se denomina así, pero mirándolo con profundidad, son objetivos hirientes, que etiquetan, tal cual a la persona.
La discapacidad es una condición, solo eso, que no hace a la persona los objetivos protagonistas en estas líneas, aun menos en los tiempos que estamos, que la tecnología supera la mentalidad.
Una persona, es un conjunto de capacidades y discapacidades, la persona con discapacidad también. Las personas con discapacidad visible, solo tienen una discapacidad, cuando existen muchas más capacidades en su persona.
Discapacitado, minusválido, son dos palabras, muy potentes e hirientes, que se pueden quedar grabadas en el subconsciente, aunque no sean ciertas. Una discapacidad no define a una persona. Una persona es un conjunto de factores, la discapacidad es uno de ellos, acompañados de múltiples capacidades.
Como llamar a la persona con esa condición, bien fácil, pero por descontado no son esos objetivos, sino persona con discapacidad, o simplemente por su nombre, sí, tiene una discapacidad, pero no es menos capaz que tú, o aún menos, menos válido, si queremos conseguir una inclusión, hay que borrar esas palabras de nuestro vocabulario, menos repetirlas a la persona con la condición. Son palabras discriminativas, racistas en el campo de la discapacidad. Quizás esa no es nuestra intención, solo repetimos lo que se escucha día a día, en la calle, los medios de comunicación, lo vemos como algo normal, cuando no es normal, es discriminativo, y racista.
Paso a paso, uno a uno, hay que cambiar la mentalidad, ¿por qué no empezar tú? Da ejemplo, quizás los demás te seguirán.
Escrito: 14 de mayo del 2017
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