No hoy, de aquí cuatro días, hará un mes que hice los 28 años, que soy joven, sí cierto, pero tampoco soy una niña ya, poco a poco, el dos se va alejando, el tres acercando. Miro atrás no es poco el camino recorrido, observo a los de mi alrededor, aquellos que nacieron el mismo año que yo, algunos más adelantados, con sus parejas ya casadas e hijos, otros aun en un noviazgo, se puede decir, en la etapa de luna de miel (no llegan a los dos años) o aún siguen solteros, sin compromiso ninguno, algunos deseando lo que yo tengo, otros, viviendo felices con sus vidas.
Ahora la pregunta es… ¿Qué es lo que yo tengo? Está clara la respuesta, en gran parte no me quejo, pero si la vida no fuera tan puñetera, que sin comerlo ni beberlo empieza apretarte, con la intención de asfixiarte, que al final te suelte un pelín, para después aplastarte con más fuerza, si un golpe de suerte nos ayudara económicamente, no viviría el día a día sufriendo por si no llegamos a fin de mes. Es que… Contra más justo vas un mes, más improvistos económicos te salen, esto es un sin vivir continuo que te desgasta psicológicamente y aún más moralmente asta destruirte. Se bien que la salud es mucho más importante que el dinero, pero seamos realistas, sin dinero, en muchas ocasiones ni salud podemos tener.
Soy consciente, de mi pasado, soy consciente de mis deseos realizados, soy consciente de mis errores, ahora soy consciente que tomé decisiones equivocadas, que he tenido errores, algunos demasiados gordos, entiendo que la vida, tiene que ser dura… ¿Pero tanto? Dios aprieta, pero no ahoga, eso dicen, ¿pero cuanto tiempo tienes que sufrir para ello? ¿Cuánto? En ocasiones es demasiado cruel.
28 años ya, tengo claras mis ideas, ayer quizás corrí mucho, salí de una gran burbuja, al gran mundo, por todo lo alto, sin conocer, sin saber, sin aprender, salí como niña (a los 22 años) Hoy ya soy mujer, psicológicamente hablando. Está claro que sin cometer errores no se puede aprender, aunque a veces sea demasiado tarde para aprender de ellos, entonces es la vida, que decide ponértelo de lo más difícil, cuando al fin sabes ella te lo dificulta hasta el grado más grande.
No me puedo quejar, soy feliz con la vida que tengo, sobretodo con quien tengo a mi lado, solo que la falta de economía, nos está aplastando, está dificultando la convivencia en pareja, es muy difícil avanzar, cuando consigues dar un paso hacia delante, das dos para atrás, es un vuelta empezar, creo yo, que aprendí de mis errores, tengo claro lo que quiero, tranquilidad, felicidad al lado de mi pareja, pero también quiero lo mismo para él, se la solución, se la respuesta. Llevamos 6 años. Ambos necesitamos un cambio radical, pero la vida, se empeña en llevarnos la contra… ¿Qué más hacer? No lo sé… lo único que sé que es muy estresante, a veces no puedes evitar pensar en tirar la toalla, dejar que la vida te aplaste aunque después vuelves al rin.
Supongo que el hecho, de no haber tenido una adolescencia, una juventud normal, me está arrastrando en mi adultez, ya que no viví, una etapa importante para cualquier ser humano, por ello envidio a todos aquellos que sí la vivieron, y la siguen viviendo de alguna forma casi a sus 30 años, donde pueden divertirse cada fin de semana, pueden ir a cenar a lujoso restaurante cada mes, pueden ir a fiestas cada tanto… De mientras nosotros, seguimos asfixiados, sin salir, sin amigos, comiéndonos el coco de como llegaremos a fin de mes.
Escrito: 04 de julio del 2015
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