8 de Agosto del 2003, un día crucial para los del centro A.D.I.S. (asociación de Discapacitados por las Integración Social) Pero empecemos por el principio. Esa mañana como cada mañana de ese mes de Agosto, fuimos a recoger a Lluis Riba Un chico con discapacidad tanto física como intelectual "adiós mi amor asta la tarde" se despidió su madre, con un beso lejano. Por las 12 del mediodía, nos volvieron a subir a la furgoneta, para poder ir al lago de Bañolas, como cada viernes a comer, y darnos un chapuzón allá. A mi me sentaron al lado de Lluis, no pude evitar mirarle, sentir, cariño por él "es buen chico pensé" Al llegar al lago de Bañolas, todos al agua, con sus bañadores puestos. Yo nado con flotador, por aquel entonces, tenía uno, anaranjado, verdoso y amarillo, que encima estaba pinchado, ¡yo en el agua! Me acerqué a una de las monitoras y le informe "ah! No te preocupes, cuando veamos algo naranja, verde y amarillo allí abajo, es que te has hundido" yo me desilusioné un poco. Ella me abrazó con fuerza "¡¡¡¡que es broma!!!! ¿Con lo que te queremos a ti, como te vamos a permitir que te pase algo?" eso me animó, seguí nadando tranquila. En eso que vi de lejos a Lluis, estaba solo nadando, me extrañó,por su grado de discapacidad,, que nadie lo controlara. Me quedé preocupada y me acerqué a él. ¡Hora de comer! Como cada viernes, pizza y helado… Hay es cuando empezó todo…
Era las 4 de la tarde pasadas, cuando yo me comía mi helado. Todo ocurrió muy deprisa, pude ver, como un montón de gente se apilonaba para ver algo, yo ignoraba lo que era "¡es uno de los nuestros!" grito alguien, después sí, lo vi ¡dos monitores intentaban reanimar a Lluis, estaba inconsciente! El caos empezó, entre llamar a la ambulancia, vestirnos a todos, para sacarnos de allí (para que no viéramos nada de aquello) intentar que los hijos pequeños de monitores, no vieran la escena… Recuerdo que mi ropa no la encontraban, yo allí seguía, mirando fijamente, como le hacían los primeros auxilios a Lluis. Toda su cara estaba ensangrentada, pero eso no era impedimento para los monitores, que no dejaban de hacerle los primeros auxilios ¡la ambulancia sin llegar! "Tarda demasiado en despertar, no es normal" recuerdo que pensé, sin poder quitar los ojos de la escena ¡al fin encontraron mi ropa! Me vistieron deprisa me sacaron de allí, como al resto de mis compañeros.
Todo el mundo lloraba, estaba demasiado nerviosos ¡la ambulancia llego! Corriendo a atender al necesitado. No tardó en salir uno "un monitor, lo siento no hemos podido hacer nada por él está muerto" ahí sí que fue el caos, unos intentaban consolar a otros. A mi todo aquello no me parecía real, me parecía una pesadilla, que tarde o temprano debía despertar. Nos repartieron botellas de agua ¡me bebí 4 de las pequeñas! Con mis manos bien temblorosas. La verdad, es que durante tiempo no era yo, tenía cambios de humor continuos, lloraba mucho, no había duda, que esa muerte me había afectado bien, a pesar de no conocer al chico, solo de 8 días. Poco a poco lo fui superando, sola, sin ayuda. Hoy casi 8 años después lo tengo superado, pero de olvidar no olvido, recuerdo cada detalle, como si hubiese sido ayer mismo, es algo que siempre estará dentro de mí, jamás podré olvidar a Lluis Riba.
Escrito: 16 de mayo del 2012
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