Nuevamente llegó el día donde
cada año se celebra, lo que un caballero, mató a un dragón y salvó a una
princesa y todo un pueblo, un día donde el país lo celebra regalando libros y
rosas… 23 de abril.
Yo personalmente, me siento
matando a ese dragón, diariamente… Un dragón que, a estas alturas, se pasa mas
tiempo dormido que despierto, pero no puedo bajar la guardia, ya que en días como
hoy, pestañea, esperando su momento para ser el protagonista.
Para muchos es una leyenda hermosa,
digna de celebrar, pero para muchos otros, es más realidad que ficción, una
lucha constante con ese dragón, que sus llamas son más reales que ficticias.
Hubo un día encerrada entre cuatro paredes esperaba ese caballero que me
rescatara en la búsqueda, acabe encontrando al dragón ese dragón que te
conquista con falsas promesas, que uno deseoso de afecto cree en estás… cuando
menos te lo esperas ya estás en sus redes, te calceniza sin piedad, por mucho
que quieras no puedes escapar… solo esperas que alguien te saque de ese infierno
en llamar, pero nadie llega, ese dragón te mira, se burla y rie a carcajada, aun te lanza el humo a la cara, y
tu solo esperas ese San Jorge, ese héroe con su espada y armadura…
Pero un día al fin puedes ser consciente,
que aquello no es una leyenda, ni un cuento de hadas, es real descubres que es
bien verdad la verdad supera la ficción, no existen héroes o heroínas ajenos,
no en un comienzo, sino un@ mism@ es ese San Jorge… eres el único que tienes el
poder de hacer dormir ese dragón, que vive dentro de ti los 365 días del año…
una vez que tu empieces, el universo se encarga de direccionarte la ayuda
necesaria para que sigas en pie. Solo tú determinas, solo tú decides… solo tú,
tienes el poder… Si eres un héroe para ti mism@ serás un héroe para muchos
otros.
Este año este 23 de abril, mi
dragón me quiere desafiar, pero no va ha ganar, ya determiné, hoy si ya tengo
la armadura y la fuerza, para combatirlo y sin dudar ganar… Mientras a mi alrededor
van regalando libros y rosas, el mayor regalo que puedo entregar, es mi
sobriedad…
Escrito: 22 de abril del 2024
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