Isaías fue un
estadista, asesor de reyes, poeta, orador y escritor, hijo de Amoz (no
confundir con el profeta Amós) y se le considera uno de los profetas mayores
hebreos, fue llamado "el Príncipe de los Profetas" valorándosele,
fundamentalmente, por las escrituras que llegó a su nación y a las subsecuentes
generaciones de su pueblo elegido.
El libro de Isaías fue de los
primeros que me llamó la atención. El profeta Isaías, como ya expuse una vez… El versículo que más me define Me
llegó, con el versículo 61.1. Un versículo que lo hice mío, pero leyendo más de
su testimonio, he descubierto, tantas líneas, tantos versículos que se me
ungen. Isaías, es un libro, de ayuda ante el temor, es un libro que te
recuerda, que, si amas a Jehová, que, si le eres fiel, tienes su protección
indefinida, tienes la victoria asegurada. Es uno de los libros que te da
seguridad, y firmeza, en la dirección correcta. Hay muchos versículos que te
ayudan, a sentirte seguro, te recuerdan, que, si tú tienes fe, le eres fiel,
será tu guardaespaldas, tu guía, de por vida. Sinceramente, solo me he leído
una parte, pero seguro que si me leyera la otra… tendría palabra suficiente
para escribir, más páginas de reflexión.
El libro del profeta Isaías, el
libro perfecto, para los perturbados, los de baja autoestima, aquellos que
están en el pozo más profundo, te ayuda poco a poco, a ir subiendo, hasta salir
de él. Es el que te recalca que no lo elegiste, tu a él, sino él a ti, él es el
que conduce el paso de tus pies.
Personalmente, es el que me está aguantando, sosteniendo, recordando
cada día, que Jehová aquellos que atendieron a su llamada, aquellos que
abrieron la puerta a su llamado, tendrán su protección siempre, y te recuerda,
que eres un hijo de Dios, heredero de su reino. Depende de ti conquistarlo…
Personalmente: me recuerda que no
estoy sola, que no fui yo quien le escogió a él, sino él a mí, como bien me
recuerda también Jeremías, que él ha estado, está y va a estar todos los días
de mi vida, aunque todo se vea perdido, él tiene el control me está llevando a
la victoria. Incluso las batallas pérdidas son ganancia. Cuando miro hacia
atrás soy consciente, que todo el dolor, que todas las guerras pasadas, eran
necesarias, para ser hoy la guerrera que soy, hoy soy consciente, que Dios
estuvo, está y estará conmigo, con él tengo la victoria garantizada, pero para
ello, tengo que pasar el proceso, tener la fe, que él la victoria estableció.
Por ello, aquí dejo algunos de los versículos de este libro, que más me han
ungido….
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Isaías 9.2. El pueblo
que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de
muerte, luz resplandeció sobre ellos
Isaías 11.2. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. 11.3. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni arguirá por lo que oígan sus oídos. 11.4. Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al ímpio
Isaías 14.27. Porque
Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quien lo impedirá? Y su mano
extendida, ¿Quién la hará retroceder?
Isaías 32.16. Y
habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia.
32.17. Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia,
reposo y seguridad para siempre. 32.18. Y mi pueblo habitará en morada
de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.
Isaías 33.15. El que
camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias,
el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no
oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala
33.16. Este habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de
refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.
Isaías 33.23. Tus
cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se
repartirá entonces motín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín.
33.24. No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le
será perdonada la iniquidad.
Isaías 35.4. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará 35.5. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. 35.6. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
Isaías 40.26. Levantad
en alto vuestros ojos, y mirad quien creó estas cosas; él saca y cuenta su
ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de
su fuerza, y el poder de su dominio.
Isaías 40.28. ¿No has sabido, no has oído que
el Dios eterno es Jehová, el cual creo los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo
alcance. 40.29. Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas, al
que no tiene ninguna. 40.30. Los muchachos se fatigan y se cansan. Los
jóvenes flaquean y caen 40.31. pero los que esperan a Jehova, tendrán
nuevas fuerzas: levantarán alas como las águilas: Correrán y no se cansarán;
caminarán y no se fatigarán.
Isaías 41.9. Porque te tomé de los confines de
la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te
escogí y no te deseche 41.10. No temas porque yo estoy contigo, no
desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo: Siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré, con la diestra de mi justicia.
Isaías 41.13. Porque yo
Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas,
yo te ayudo.
42.6. Yo Jehová te he llamado en
justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al
pueblo, por luz de las naciones 42.7. Para que abras los ojos de los
ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los
que moran en tinieblas
Isaías 43.2. Cuando
pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Isaías 43.18. No os
acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a la memoria las cosas antiguas 43.19.
He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a la luz; ¿No la conoceréis? Otra
vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Isaías 43.25. Yo, yo soy el borro todas tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Isaias 44.3. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y rios sobre la tierra árida. Mi Espíritu derramaré sobre tu generación y mi bendición, sobre tus renuevos.
Isaías 44.22. Yo
deshice como una nube tus rebelines, y como niebla tus pecados; vuélvete a mi
porque yo te redimí
Isaías 45.2. Yo iré
delante de ti y enderezaré los lugares torcidos, quebrántare puertas de bronce,
y cerrojos de hierro haré pedazos. 45.3. Y te daré los tesoros
escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el
Dios de Israel, que te pongo nombre.
Isaías 46.3. Oídme, oh
casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por
mi desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz 46.4. Y hasta
la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo
soportaré y guardaré.
Isaías 49.2. Y puso mi
boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta
bruñida, me guardo en su alijaba. 49.3. Y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en me gloriaré.
Isaías 49.6. Dice:
Poco es para mi que tu seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para
que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones,
para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra 49.7. Así ha
dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menos preciado de alma, al
abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se
levantarán príncipes, y adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel,
el cual te escogió
Isaías 49.10. No
tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene
de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas.
Isaías 50.4. Jehová el
Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará
mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como sabios.
Isaías 50.9. He aquí
que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos
ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla 50.10.
¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El
que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese
en su Dios.
Isaías 51.12. Yo, yo
soy vuestro consolador. ¿Quién eres tu para que tengas temor del hombre, que es
mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?
Isaías 51.14. El preso
agobiado será libertado pronto; no morirá
en la mazmorra, ni le faltará su pan.
Isaías 52.1: Despierta,
despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén,
ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo 52.2. Sacúdete del polvo;
levántate, y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva
hija de Sion
Isaías 53.6. Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; Más
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros 53.7. Angustiado él, y
afligido no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como obeja
delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca
Isaías 54.2. Ensancha el
sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas
excasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas 54.3. Porque te
extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará
naciones, y habitará las ciudades asoladas
Isaías 56.4. Porque
así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que
yo quiero, y abracen mi pacto 56.5. Yo les daré lugar en mi casa y
dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo
les daré que nunca perecerá.
Isaías 58.11. Jehová te
pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus
huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas
nunca faltan. 58.12. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los
cimientos de generación en generación levantarás, y serás llamado reparador de
portilllos, y restaurador de calzadas para habitar.
Isaias 60.1. Levántate
y resplandece, que ha venido tu luz y la gloria de Jehová a nacido sobre ti.
Isaías 61.1: El
espíritu de Jehová, el Señor está sobre mi, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel.
Isaías 61.10. En gran
manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió
con vestiduras de salvación, me rodeo de manto de justicia, como a novio me
atavió, y como a novia adornada con sus joyas. 61.11. Porque como la
tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová
el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.
Isaías
64.8. Ahora pues, Jehová, tu eres nuestro padre; nosotros barro, y
tu el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.
Solo recordar, que estos son solo
de los pocos versículos destacados, de los pocos capítulos que me he leído de
este libro. Más adelante puede que haya una continuación, de este mismo libro,
el profeta Isaías.
Escrito: 27 de noviembre del 2023
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