Universidad UNAM |
Ya estabamos a 4 de noviembre, ese día, ya teniamos la idea, que por la tarde, deberiamos volver a la universidad, para que Emmanuel, arreglara sus asuntos, con el profesorado indicado. Esa mañana me informó que había estado chateando con una amiga suya, Mireya Blanco. Habían quedado para verse esa tarde.
Por la mañana estuvimos tranquilos, en casa de la mamà de Emmanuel, acompañando, a la familia. En la comida, el telefonó sonó, emmanuel, lo atendió. Era Linda Cristal, una muy buena amiga de Emmanuel, que se acababa de enterar que andabamos en México y también quería vernos. Ella igual que nosotros y Mireya, debía ir a la Universidad, aprovechariamos para encontrarnos. Con Mireya, a las 15.00 era la hora indicada, con Linda, quedemos, una hora más tarde, las 16.00. Teniamos poco tiempo, el justo para acabar de comer, prepararnos y salir.
Ese viaje en taxi, fue de lo mas largo y agoviante, el conductor decía que ni idea de la universidad, y nos dió una vuelta de lo más larga. Emmanuel y yo concidiamos, que nos estaba tomando el pelo, todo para así conseguir mas dinero, ya que todo dependía del taximetro. Al final dijimos que nos dejará allá mismo, cerca de la universidad ¡las cuatro de la tarde! ¡llegabamos una hora tarde con Mireya, ya debiamos encontrarnos con Linda! Emmanuel, telefoneo a Mireya, vino a nuestro encuentro. Caminemos por los jardines soleados de la UNAM. Nos sentemos en el césped, para así seguir con todas las novedades. Personalmente me parecía una chica bien simpatica.
Eran cerca de las cinco de la tarde, cuando nos acordemos, de Linda, Emmanuel se puso en pie de un salto, yendo en su busqueda. Mireya y yo nos quedemos solas, siguiendo con la conversación, pensé que me cortaría, que no sabría que decir, pero por fortuna no fue así (aunque tampoco se me ocurrió grandes cosas jejej) Emmanuel, no tardó sin rasto de su amiga.
Nos despedimos de Mireya, espero volver a verla en otra ocasion. Nosotros entremos en la Universidad, emmanuel debía hablar con una profesora suya, no dude en acompañarle, en el que pa eso debiamos esperar a las: 18.50. De tanto me fije, en los nombres de las puertas, también estaban apuntados en Braile. Sinceramente, por lo que vi el dia anterior, esa propia tarde, estaba de lo mas adaptado, cambió totalmente la idea que tenía, que mis conocidos me dieron a creer.
Tras hablar con los profesores indicados, nuestra intención era volver a casa, para ello, subimos a el bus universitario ¡estaba adaptado! no con engrenajes, como en españa, sino, con cinturón de seguridad, que pasaba por detrás de la silla, se anclaba en el otro lado (como el cinturón del coche) protegiéndome a mi y la silla, claro también te podías agarrar, a una barra que había delante. La verdad yo estaba bien cansada, deseando llegar ya a casa de mis familiares mexicanos, pero aun nos faltaba subir al taxi. Por suerte el camino de vuelta, no fue tan largo como de ida, aunque sinceramente, el ajusco, poca gente sabía llegar, se perdían con facilidad, pero por suerte, no tardaron mucho mas, y yo pude descansar, junto a los demas.
Escrito: 03 de septiembre del 2013
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