Sí, así es, ya fueron tantos años atrás, en su momento, estaba tan confundida, que creía, que realmente todo fue culpa mía, que de nada serviría, que fuera a la policía, ya que bueno, en ningún momento me negué, solo me deje hacer....
Hoy años después, volvéis a estar en mi mente, como hacía tiempo, que al fin había algo de paz, siempre he escuchado “confía en la Justicia, están para ayudarte” desde lo que me hicisteis, hoy se confirma nuevamente, que realmente no es así, más bien, está parece estar de vuestro lado, para que hagan algo, algo de verdad, te tienen que violentar, visto lo visto la violencia sexual, no sirve. Yo pensé que era vuestra única victima, hoy veo que no, que como vuestro nombre indica, vais a por todas.
Poco a poco mi mente, me ha desvelado, aquello que había, bloqueado, hoy al fin se destapó la realidad de aquella noche de Carnaval, hoy puedo respirar en paz, tener la certeza, que yo soy una victima mas de vuestra crueldad. Solo salí a tomarme unas copas, os conocí, parecíais tan simpáticos, realmente las apariencias pueden engañar de una forma brutal, erais cuatro lobos, vestidos de corderos, admito que sí, que me besuqueé con uno de vosotros, realmente me hiciste tilin, pero de ahí, a lo que pasó después, no, así no, fui al baño, cuando volví, me acabé el vaso de mi cubata, que había dejado en la mesa, ya todo se volvió extremamente raro, de alguna manera dejé de ser yo, no por ello, no significa que no me acuerde, me acuerdo poco a poco mejor, al fin la confusión se alejó, me empecé a sentir mareada tras esos tragos, decidí, que ya era momento, de dejar la fiesta, me disponía, ya a volver a casa, te lo expliqué, a ti, solo a ti, miembro de la manada, lo entendiste, o eso parecía, me dijiste, que me acompañabas a casa, confié y me subí en tu coche, te dije la dirección, en el que el resto de la manada nos acompañaba. Ahí realmente es cuando inicio todo. Me sentía demasiado mareada, ¿me estabais tocando los senos, o eran imaginaciones mías? Hoy sé que fue real, sé que intenté negarme, os reistéis, seguisteis manoseandome, no entendía porque me sentía tan mal, solo me tome dos cubatas, y había cenado bien. “Ya hemos llegado a tu casa” me dijiste mientras todos bajasteis del coche, me hicisteis bajar, como un escuadrón me acompañasteis a la puerta, hoy sé que no era mi casa, una casa donde vosotros teníais la llave, me hicisteis entrar.... Ahí todo se vuelve más borroso, pero cada vez mas claro, me rodeasteis, me toqueteasteis, me desnudasteis, los cuatro me obligaréis hacer cosas que no quería hacer, ni que me hicierais, dije no, se que dije que no, pero vosotros solo reíais, sin dejar de tocarme, sin dejar de obligarme, cuatro contra una, me superabais en fuerza, ignorastéis mis negativas, me vi penetrada por todos vosotros a una misma vez. Me desgarrasteis en cuerpo y alma, después desaparecisteis, dejándome, destrozada y desamparada.
Nadie me creyó. Ni yo misma podía hacerlo, mi mente parecía, un punto de bullicio, que negué, que permití, como reclamar algo que ni sé, es extraño, lo sé, pero hoy, se la realidad, me drogastéis, me sacastéis las fuerzas y la voluntad, de ahí me violastéis, no fue abuso, fue violación señor juez, yo dije no, ellos solo rieron y violentaron mi cuerpo de todas las maneras posibles. Sí que de tanto en tanto tomo alguna copa, pero jamas drogas, jamás, me encontraron en la analítica que me hicieron a la mañana siguiente ¡¿Como?! fueron ellos, ¡la manada! Como las demás chicas, demás victimas, de esos monstruos, no señor juez, no merecen nueve años por abuso sexual, no merecen salir a los cinco años, por buen comportamiento, no, merecen máxima condena por violación, cumplirla asta al final. Señor juez tenga piedad, por su madre, por sus hermanas, su mujer, sus hijas, y todas las mujeres del mundo, nadie estamos a salvo de tales depravados, no es justicia por un crimen mucho menor, la condena sea superior.
No importa mi historial sexual, no soy una zorra, porque me guste el sexo, no se trata de eso, se trata, que no, es no, si sigue es violencia, aquel día había tomado dos copas, ellos, solo ellos me drogaron, me violentaron de todas las formas posibles. No merecen ninguna piedad, ¡ninguna!
Todas victimas de la manada y no, todas las mujeres violentadas por el hombre, las que no, todas, y todos los hombres, gritamos condena máxima, para esa basura, sin piedad ninguna.... sino solo usted sera el responsable, de futuras atrocidades por esas mismas personas.... Atte: una victima más de la manada.
Inspirado en una historia real. No autobiográfica. Indignados por la corta pena de abuso cuando realmente fue violación en toda regla
Escrito: 30 de abril del 2018
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