La lluvia caía intensa,
relámpagos y truenos protagonizabas que aquella tarde de principios de octubre…
que tanto entiendo al cielo, enfadado, yo me sentía igual, no encontraba
sentido a la vida, ni psicólogos, ni psiquiatras, por mas pastillas, era
imposible, yo solo quería llorar, gritar, reclamarle al universo, porque la
tenia tomada conmigo, me quitaba a todos los de mi alrededor, mi padre murió de
cancer, tras una larga agonía, mi madre murió de pena apenas 60 días después de
enterrarlo a él. Al poco tiempo tuve la guerra con el cancer de colón… días,
meses, años, aquello era una tortura, suerte de mi familia, que fueron fuertes
asta el final, ni una lágrima les vi asomar… Cuanto agradecí al cielo por estar
vivo, como lo celebremos en mi último día de quimio, fue de lo mas felices, y
mas tormentosos a la misma vez… a la vuelta, en un día como hoy, con truenos, relámpagos
y lluvia muy intensa, no vi el STOP, en serio no lo vi, lo último que recuerdo
fueron gritos, de mis pequeños gemelos de cinco años, de mi amada esposa,
cristales rotos por todos lados, rompiendo la valla, acabando el coche en el
agua, agua, que entraba en el coche, puertas bloqueadas, se nos acababa el
aire, mis pequeños llorando sin parar, no recuerdo poco más, pero quitando la
vida a mi familia, todos muertos, menos yo, pase meses en el hospital
ingresado, tuve que aprender a caminar de nuevo, y lo logré, pero algo en mi se
había roto para siempre, algo en mí, ya no quería vivir, tanto batallar, tanto
ganar ¿para qué? No entiendo el sentido del humor de la vida… me siento
juzgado, engañado, que tanto daño hice en mi vida anterior, para merecer tal
infierno? no puedo más, solo quiero que todo esto termine, yo maté a mi
familia, y no quería vivir más “Resiste, un paso a la vez” me decía la gente
“Como caminar si duele respirar” Intenté todo para sobrevivir o para morir
incluso las drogas ilegales, ya que más daba no había nada peor que ser un
asesino, era mi vida, ya no tenía a nadie a quien podía lastimarle,
…Y lo vi, vi a ese mitad ángel, mitad demonio, me hizo un gesto para
que le siguiera… así fue, estaba como hipnotizado, aquello debía ser una alucinación,
pero ya nada importaba, ya no tenía nada que perder, hasta que me vi, envuelto
entre llamas, y arenas movedizas, que me estiraban hacía abajo… tanto que
quería morir, ahora tenía la oportunidad, mi espíritu decía si, pero mi cuerpo
decía no, no dejaba de luchar por otro respirar… Entonces los vi, a preciosa
familia, aquella que maté “No fue tu culpa, deja de atormentarte, tu no nos
mataste” no dejaban de pronunciar… entonces me empezaron a recordar aquellas
palabras que yo no dejaba de repetirles:
“Nunca olvides que la vida es hoy, no dejes que este accidente destruya todo lo que construiste, has perdido gente por el camino, ¿pero ese es motivo para dejarte morir?, que no nos veas no sígnica que no estemos, siempre estaremos a tu lado, recordándote quién eres, lo fuerte y valiente que tú eres, no dejes que el pasado te destruya, vive el hoy, para construir un mañana mejor, este capítulo acaba con un mal final, pero no signica que el capítulo siguiente no será glorioso, date una oportunidad de pasar página y ser feliz, hoy las nubes son negras, pero más el sol resplandecerá. Tu familia estará ahí para hacerlo real”
…Y desperté en mi cama, oliendo a
tostadas como las que hacían mi esposa, la puerta se abrió los gemelos saltaron
en mi cama “Felicidades papiii” ¿Qué? ¡¡No puede ser!! Debía estar soñando,
pero que bonito volver abrazar a mis gemelos, aunque sea un espejismo… mi amada
y bella esposa salta a la cama con nosotros… todo parece tan real… “Cuanto te
has metido?” “Que te has metido?” “Rápido se nos va…” Escuchaba de lejos… pero
yo no quería volver, de este lado, tenía a todo a quien amaba. “Bip, bip, bip”
Mi corazón aun se esforzaba por sobrevivir, ni siquiera tenemos la voluntad de eso, todo depende de la resistencia de nuestro cuerpo, nuestros organos entonces me vi, mi espíritu salió de
mi cuerpo, siendo testigo de mi propia muerte. Mis gemelos me dieron la mano,
una cada uno, mi esposa me abrazó por la cintura, y yo no podía sentirme el
espíritu mas feliz del mundo… Los cuatro vimos la famosa luz de las películas, cogidos de la mano, ahora
sí, era hora de avanzar, a un nuevo capítulo de mi existencia.
Escrito: 11 de septiembre del 2024
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