Ser parte… no hace tanto escribí
el cómo me sentía en ese aspecto, es que a pesar de saber de que soy parte, no
me lo acabo de creer, no acabo de creer que alguien tenga más confianza en mí,
de lo que yo tengo en mí misma. En esa misma semana, mi madre espiritual me
recordó que yo soy parte del cuerpo de Cristo, no me deja olvidar, que soy
parte, de esa iglesia, de algo mas grande, que solo lo vivimos si lo creemos.
Dios no se equivoca, y cada
persona, cada diversidad, cada condición, está direccionado en su propósito.
Eso está visto, en testimonio desde el comienzo de la historia. No se trata, de
donde formo parte aquí en la tierra, es que hace más de 37 años, que formo
parte, de ese propósito que me marcó a mí, solo a mi… Mi discapacidad no es un
error de fábrica, es que él así me creó me está direccionando por caminos,
superiores a mi imaginar. Él es perfecto, y sus tiempos igual.
Yo formo parte, de la iglesia:
Ministerio Jesucristo Pan y Vida, pero realmente va mas allá, ya que formo
parte, como dicho líneas mas arriba, de algo más grande, como el cuerpo de
Cristo. El otro día nos hicieron reflexionar, en que parte representamos al Rey
de reyes, a mi padre celestial. Yo como Moises, soy tarda para hablar, como
Santiago, no soy rápida para caminar…
¿Qué talento me dio Dios? ¿Qué
virtud me denomina? Escribir es don de expresión, un don que requiere mínimo
dos manos, o a veces dos pies, los pensamientos de Dios son mas altos que los
nuestros, su voluntad es perfecta, él no se equivoca como dicho en líneas mas
arriba, cada uno tiene su propósito, algo que ni la misma persona somos capaces
de imaginar, pero para Dios no hay imposibles, ahí donde menos te ves, Dios te
va a poner, y vas a ser consciente que vas a poder, sin olvidar que sol@ no
estás, ni estarás.
Soy las manos de Cristo, esos
dedos que crean letras, sentimientos, emociones, rompiendo tabúes, expresando verdad,
la verdad porque el me eligió para ser parte, a pesar de mi desobediencia ahí
está, yo debería estar muerta, pero su misericordia me salvo, no una ni dos, muchas
más. Con mis letras, con mis palabras, doy mi testimonio, de que él es real, él
me salvó, me sigue cuidando y salvando día tras día, porque el es fiel, sus
promesas eternas. Él es un poderoso gigante, su voluntad es perfecta, yo solo
soy barro en sus manos. Pero sé que si soy obediente, tendré lluvia de
bendiciones, no solo yo, también mi generación, y generaciones futuras.
“Ser parte… del cuerpo de cristo”
es el mayor de los lugares que podía estar… Ser hija del Rey de reyes, con mis
manos, mis dedos, honrarle, agradecerle, dar mi testimonio de mi realidad, no
la que yo veo, sino la que él ve, y la hace posible, si tú puedes ver con los
ojos del espíritu podrás entender mis palabras, algo, que los ojos del mundo
por mucho que lo intenten no podrán entender… como dice la canción “Si puedes
creer”
Escrito: 22 de julio del 2024
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