Carta de Zoe, la niña del amor

Me llamo Zoe, tengo 5 años, todos mis recuerdos son en este orfanato, siempre he vivido aquí, por lo que entiendo las Hermanas me encontraron en una cestita, en la mismísima puerta, como Mogli del libro de la selva, que fue encontrado por Baguira la pantera y criado por lobos, o tarzán, criado por Gorilas, o aquí se habla mucho de Moises, como a Mogli su mamá también le fue echado al río y fue encontrado por la familia del faraón, cuando tenía que ha ver sido ejecutado…

 

Muchos niños aquí andan tristes lamentando estar en este lugar, sin una familia quien los ame, un papá o una mamá, que les de cariño y amor. Yo no lo veo así, aquí tenemos muchas mamás, como si tuvieeramos generaciones de mamás pendientes a nosotros, sí, las hermanas, nos quieren muchísimo, y no nos cuidan aun más, si cierto, somos muchos niños, no nos dan toda la atención que desearían darnos, pero amor y atención no nos falta, y Papá, tenemos papá, no lo vemos cierto, pero lo tenemos, algunos han tenido la fortuna de ya abrazarle, pero los que estamos aquí, es porqué él nos necesita aquí, tiene un propósito para todos nosotros… para mi…

 

No culpo a mis papás de la tierra, su motivo tendrían, para dejarme en este lugar, no los recuerdo en absoluto, no puedo extrañar algo que no recuerdo, solo puedo agradecerles que dijeran NO AL ABORTO, me dejarán en buenas condiciones en las puertas de este lugar. No entiendo el porqué, pero no les culpo…

Me llamo Zoe y soy la niña del amor, no soy un error, no soy huérfana, tengo un Papá, se llama Jehová, mientras llega el momento de abrazarle, aquí estoy… estoy esperando ser ese propósito para esa familia deseada de una niña con mucho amor que dar, y lo mismo necesitar. Aquí pasan muchas familias deseando adoptar a muchos pobres niños sin hogar… Realmente yo me pregunto quien son los afortunados ¿nosotros? ¿O realmente ellos? Los niños que vivimos aquí, y las familias que desean encontrar, no somos tan distintos, buscamos, necesitamos, carecemos de lo mismo. Es ahí donde nos conectamos y encontramos en el propósito que nuestro Dios nos marcó.

“.....Abriste los mares para que yo camine, tu amor ahogo todo el temor, me rescataste y yo cantare: Yo soy hija de Dios....”

 

Sí, Soy Zoe, la niña del amor, como cada niño, niña que encontrarás en este lugar. El mundo nos desecho, pero Dios nos rescató, para ser tu bendición, a la misma nuestra bendición. ¡¡Oh Papá no desampares la obra de tus manos!! Solo sé que soy su hija, y mi Papá me ama...

Escrito: 18 de julio del 2024

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