Realmente, hoy he llegado a la conclusión de algo no importa si se tiene discapacidad o no, la realidad es que todas las personas no importa, 6 años o 50 años con o sin discapacidad, todos, somos niños eternos.
Todos lo que vivimos en la adultez, no implica que seamos adultos, seguimos siendo niños en nuestro interior. Todo lo que vivimos, tiene que ver con nuestro pasado, con lo que fuimos generalmente con nuestros padres.
Sobre todo los que tenemos traumas con ellos, nos obsesionamos, con aquel recuerdo bonito que nos recuerda que adoramos a nuestro padre o madre, e inconscientemente, lo recalcamos en muchos movimientos en nuestra vida de adulto.
Personalmente, sabéis que la relación con mi padre, no es precisamente muy efectiva, por ello desde bien pequeña adoro la película El rey león De pequeña no le daba importancia, pero ahora que ya he vivido otras escenas, que soy consciente de la relación tan frágil que tenemos mi padre y yo sé, por qué mi película favorita desde niña es esa film.
Esa película fue la primera que vi en el cine, tenía 6 años, fui con mi madre y mi padre, una de las poquísimas veces que fui al cine con mi padre, para no decir la única, que yo recuerde.
Viendo la serie Como conocí a vuestra madre, El personaje que hace de Ted Mosby Es fanático número uno de Stars Wars la ve en los grandes acontecimientos de su vida, en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, y en la pobreza, es de fundamental importancia que la mujer que pase con él el resto de sus días le sea del mismo agrado. La pregunta es ¿por qué Ted Mosby es tan fanático de esa saga?
A los que conocéis la serie, ya seréis testigos bien, que el padre de Ted, no sale en escena, o almenos bien poco, hay un capítulo en especial que explica esa conexión del protagonista con la saga, es que la conoció gracias a ese padre, que nunca es presentado, con lo que podemos pensar, que existe una barrera entre ellos dos, por el cual hay un trauma, para Ted, la saga de Star Wars, es de los únicos recuerdos felices que tuvo con su padre, por ello, para él es algo tan importante e irremplazable. Y bien sabemos que la saga Star Wars, mucho tiene que ver la psicología y sobretodo, los sentimientos y las relaciones padre e hijo.
Con esa razón se confirma, que no importa lo mayores que seamos, que tengamos 10, 30 o 50 años, una parte de nosotros no deja de ser un niño eterno
Escrito: 29 de mayo del 2015
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