Ya no sé cómo nombrarte, hasta hace bien poco, eras mi ídolo, mi héroe, mi amado padre, todos me repetían constantemente que era, que soy, tu misma imagen, aún más, tú mismo carácter, lamentaba no haberte podido conocer, haber pasado tiempo contigo, como padre e hijo eso me llenaba el pecho de aire, me llenaba de orgullo, de poder decir… Soy tu hijo, eres mi padre.
He sido un idiota, me siento lo peor, por haberte idolatrado, por a ver estado tan ciego, por defenderte con todas mis fuerzas al escuchar a todos aquellos, que solo decían la cruda realidad, un chico que solo rompía las reglas, y maltrataba a los demás como a Snape, tú eras el real villano, él el héroe.
Sabes también estoy atemorizado, todos coinciden que soy idéntico a ti, antes me llenaba de orgullo, pensando que era positivo, pero ahora, conozco la realidad, me da verdadero terror, si realmente soy como tú, y si me convierto, en el maltratador que tú eras, me repugna saber el acosador que eras… me decepciona, hasta un punto que tú no te puedes imaginar.
Ya me despido porque ya no sé, como más expresar, la gran decepción que me rompió el corazón, y lamento, que sea tu hijo.
Sí sabemos que solo es una novela, un cuento de hadas, pero esa relación me recordó, a los hijos que no conocieron a sus padres. Ellos los idolatran, para ellos son héroes, y que los demás les digan esa realidad que no quieren aceptar, desatan enfrentamientos continuos, por querer defenderlos.
Años vivió Harry Potter engañado, con la idea que Severus Snape, era lo peor, de tanto ese padre que jamás conoció, lo mejor… no es de extrañar la gran decepción a descubrir la realidad
Escrito: 16 de febrero del 2015
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