Un pastel estaba sobre la mesa, un pastel con 18 velas, no solo una era la protagonista ese día, ya que se encontraba su hermana gemela, tan idénticas, tan distintas. Ambas tenían la misma belleza, aunque no lo pareciera. Sofí, odiaba a Estela, aun a pesar que fuera tan idéntica a ella.
El timbre se escuchó, ya llegaban los invitados esperados.
- ¡Hola mi amor! ¡que bueno que ya estés aquí! –se abrazó Estela a Omar, su novio desde hace más de 1 año.
- ¿Como esta mi graduada preferida? –la beso con ternura Omar.
- Estoy más feliz mi amor, no solo por mi mayoría de edad, sino, graduarme en el mismo día… es para mí, algo mágico.
- Lo se mi amor, estoy tan orgulloso de ti… Ei, aquí tenemos a la otra cumpleañera ¿Cómo estas preciosa? –Estela sabía muy bien que ese piropo era más por lástima, que no de corazón, sí que si su hermana que era idéntica a ella era preciosa, pos ella también, eso era de Cañón, pero él, no la veía de la misma manera que a su hermana.
Ambas conocieron a Omar en el instituto, ambas, se enamoraron perdidamente de él, intentaron conquistarle, cada una a su vez. Sofí, perdió con diferencia. Omar a pesar que eran idénticas, y psicológicamente y en gustos se parecían bastante, él no dudo ni un instante en elegir novia. Era obvio el motivo, era la discapacidad física que tenía Sofí, él ni siquiera la trataba como amiga… más como a una hermana a la que cuidar y proteger. Sofí no podía hacer más que morderse la lengua, y sufrir, al ver como se besaban, al notar cada mirada de deseo, amor… Ella seguía enamorada de ese amor ya imposible, pero su corazón se negaba aceptarlo, de mientras ella no le quedaba otra que sufrir en silencio… él lo sabía, sabia lo enamorada que estaba ella de él, por eso esas palabras bonitas, que a primera vista parecían especiales, realmente no eran más que palabras, para calmar la culpa de no poder corresponderle. Lo peor era que su hermana gemela, no era consciente de lo humillante que era esa situación para ella, en vez de ayudar, iba agrandando era irritación, que poco más y no podría controlar.
Las luces se apagaron sin aviso, 19 velas encendidas se acercaban hacia ella y su hermana Estela. Estela le abrazó, no le gustó nada, pero como decírselo, ante la cantelera del cumpleaños feliz, detestaba ese día, no por el hecho de cumplir años, sino por tenerlo que compartir con alguien de poco agrado. Lo que más le irritaba no era eso, era el hecho que ningún familiar, ni siquiera su madre era consciente de ello, de lo mucho que le dolía esa situación. En ocasiones, mordía la almohada hasta dejarla desfigurada, de alguna manera tenía que sacar la rabia.
Su vida cambió por completo en aquel accidente de coche… todo por aquel borracho que se saltó el STOP, por su culpa estaba en una silla de ruedas, por su culpa, tenía esa vida de porquería, en cambio a Estela, nada le pasó quedo intacta. Pasó en la temporada que estábamos utilizando todos sus encantos, para conquistar a Omar, ella Sofí, casi lo consigue… pero después de ese accidente, después de estar 2 meses en coma, después de enterarse su futuro irreversible… no dudó ni un segundo, eligió a Estela, no tardaron ni 24 horas, en darle la noticia a Sofi. Todo el mundo de ella se hizo trizas, lo peor era, que aquello acababa de empezar… el centro donde estudiaba, no le permitía seguir, sus amigas, dejaron de serlo… Su mundo paso a ser cuatro paredes al cuidado de su madre, que no le gustaba salir, poco valor daba a las necesidades de su hija Sofi. En cambio con Estela, era toda tan distinto… Sofi tenía que soportar ver como llegaban sus amigos, se iban de fiesta, hasta altas horas de la noche, cuando llegaba a casa bebida… por más que Sofí le suplicó a su hermana que la llevara con ella, ella, le negaba ese derecho, no quería cargar con su hermana discapacitada. Lo entendía, no era edad para responsabilidades, aunque eso no significaba que fuera menos doloroso. Ver como se besaba con Omar, sentir lo enamorados que estaban. Felicitaciones continuas por sus buenas notas, eso no cambio al pasar de los años. En cambio ella quedó estancada con los 16 años ya que su madre le negó el derecho "para que seguir estudiando ahora ya vas a ser una inútil toda la vida, para que vayas a centros que nos roben el dinero, para eso te quedas en casa" La rabia y frustración de Sofi no era pequeña, aquella, crecía por momentos, nadie, ni siquiera la mujer que le había dado la vida, era consciente de ello.
Por un lado, adoraba a su hermana gemela, pero por otro la odiaba, ese último sentimiento, ganaba terreno por momentos.
La canción acabo, tenían que pedir un deseo, Sofí, ni fuerzas ni ganas tenía de ello, por muchos deseos que pidiera, su asquerosa vida no cambiaría. El aplauso se escuchó por todo el salón, entre gritos eufóricos.
- No olviden felicitar a mi pequeña, que hoy se graduó –le recordó la madre de las chicas –estoy tan orgullosa de ti –le abrazó con enfasi. En menos que se diera cuenta Estela, se vio envuelta de felicitaciones y abrazos, dejando a la otra protagonista totalmente sola en un rincón. Sofí intentaba controlarse, pero sentía como su ira aumentaba por segundos.
- ¡¡¡BASTA YA!!! ¡¡¡Estoy harta!!! ¡¡¡Yo también cumplo años, yo también soy alguien!!! ¿¿¿Por qué nadie lo recuerda??? ¿¿¿Por qué el chico que amo (y sabe que lo amo) me trata como una niña??? ¿¿¿Por qué nadie recuerda que no he podido graduarme porque mi madre me ha discapacitado??? ¿¿¿por qué nadie atormenta a ella??? ¿¿¿Por qué todo el mundo crítica mi mal humor??? ¿¿¿Por qué todo el mundo me ve como la mala??? ¿¿¿Por qué nadie se da cuenta de lo que me pasa??? ¿¿¿si soy tan igual a ella, porque me tratan tan diferente??? ¡Te odio Estela! –acto seguido encendió su silla a motor, salió de la casa.
Estela no tardo en ir a su encuentro… Omar iba detrás… pero no dudo en dejar que su novia, se acercara ella, las dos hermanas a solas.
- ¿De verdad me odias?
- Una parte de mi si, y cada vez se agranda más… -sus ojos estaban llenos de lágrimas, su mirada al horizonte.
- Lo siento mucho de verdad… No tenía ni idea que te sentías tan mal… creo que tienes mucha razón, e estado tan orgullosa de mi propio esfuerzo, por los frutos obtenidos, que me olvidado por completo, de ti, con todo lo que has sufrido… De todo corazón te digo que de haber podido… hubieses llegado tan o más lejos que yo… tienes una capacidad de aprendizaje mejor que antes del accidente…
- ¿De qué me sirve? Si estoy condenada…
- No tienes por qué estarlo siempre… Hablare con mama, vuelve a estudiar… solo tienes 18 años… ¡Puedes lograr lo que te propongas! La silla no es un obstáculo… ¡Yo te ayudaré!
- ¿Me lo dices en serio?
- ¡promesa de gemela! Sabes que esa es irrompible… si no…
- Que tu príncipe se vuelva rana… uggg –ambas pusieron una cara de asco y se echaron a reír.
- ¡¡¡Ah!!! Ya no seré tan pegajosa con Omar, menos en tu presencia… se lo que le adoras… también le recalcaré que eres una joven mujer de cabeza a pies, te tiene que tratar como tal, no una niña de pañal, menos que te vea como hermana… ¡¡¡No!!! Eres su amiga… ¡que se note!. Ahora que estoy más relajada, ya no tengo la presión de los estudios, saldré más con mis amig@s, si tú quieres puedes venir conmigo, asi conocerás gente, quien sabe... quizás encuentres alguien especial -Le guiño un ojo Estela.
- ¿Promesa de gemela?
- ¡Promesa de gemela! –Ambas hermanas se dieron un fuerte abrazo, felices de poder solucionar sus diferencias.
A veces los hermanos son los que más sufren sin importar si están o no están en el bando de la discapacidad. Todos somos humanos, en algo que somos idénticos son los sentimientos.... hay que tenerlos en cuenta siempre....
Escrito: 14 de septiembre del 2013
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