Ahí va una decepción más, es que
la vida no deja de golpear, últimamente, solo es a mí, bofetada tras bofetada,
yo me siento pequeña, grande al mismo tiempo, cada caída, es un golpe a mi
orgullo, al que me niego ponerle la eutanasia… “Me aleje sin darme cuenta,
persiguiendo mi razón, construí mis propios sueños, te saque de la ecuación” camino
en sobra, cada paso está más oscuro, la poca luz que queda va menguando…. Es un
dolor insoportable… el mundo es cruel, la vida es cruel, no entiendo para que
nacer, todo es sufrir, y mal vivir, solo quiero anestesiarme, de esta mierda
que me rodea, llegar a la otra dimensión… llega carnaval, música fuerte,
fiesta, fiesta, fiesta, todos parecen sin problemas, pura felicidad ¿soy la
única que esta echa mierda? que corra el
alcohol y la droga, es lo único que vale la pena… recordando las palabras de mi
abuela: “Hijita, Dios tiene un propósito en ti” no puedo evitar maldecir… de
tanto, me atraganto en mi propio vómito, caída en el suelo, incapaz de
levantarme, llorando sin parar, lo que necesito para desconectar. Mis pasos
iban sin rumbo, me creí fuerte y caí, las promesas que el mundo me daba me alejaban
más de ti…
“Aunque yo sea infiel, él
permanece fiel, su amor me abraza, su gracia es mi piel, en mi quebranto su voz
puedo oír: Yo nunca te dejaré, siempre junto a ti”
Veo una luz, alumbra con
potencia, camino hacia ella, casi hipnotizada por ella, hay una cortina, la
echo un lado, me encuentro a mi abuela, esperándome con los brazos abiertos, me
lanzo a ella, entre cascadas de lágrimas, me abraza, la abrazo con fuerza… pasé
más tiempo con ella que con mi madre, y mi padre, ni lo conocí… su muerte, la
muerte de mi abuela, fue la desencadenante, sobre todo porque me enfadé con
ella, las últimas palabras no fueron bonitas…. solo tenía 20 años, me refugié,
en las promesas del mundo para olvidar, esas malas palabras que no me dejaban
de retumbar en mi cabeza, me refugié en mi propia voluntad, mi propio camino
¿Cómo podía ser tan malo, algo que te producía, paz y bienestar emocional? Pues
aquí está la respuesta, he cavado mi propia tumba, aquí estoy abrazada a mi
abuela, ya hace años fallecida. “Aun no llegó tu hora mi niña, pero entiende,
que siempre tuviste un Padre, que te ama más que a su vida, que siempre estuvo,
siempre estará, hasta que llegue el momento de abrazarle… Pero recuerda mi
niña, aunque no lo veas, él está ahí, protegiéndote siempre, solo tenle fe, él
te ama, recuerda las escrituras mi niña, como estuvo con Moisés estará contigo”
Siempre, siempre, siempre… llegado el momento mi niña, podrás abrazarle
eternamente. Me abracé nuevamente a ella entre lágrimas desconsoladas…
“Pósate en mí, luciérnaga de
aire, ven alúmbrame las penumbras con tus alas de cristal, vuela hacia a mí,
ahuyéntame del desastre tan intocable siempre a punto de llegar. Ojalá no se me
olvide, que me esperas a la vuelta, haciendo broma, de aquello que para mí era
insoportable”
Desperté totalmente entubada con
una máquina, que me ayudaba a respirar, miré a mi alrededor, mi madre llorando
sin consuelo, los médicos no daban crédito, ya me daban por muerta… ¡¡Aquello
era un milagro!! intenté recordar, aquella noche, que perdí la cuenta de los
cubatas que me tomé entre snifada y snifada, una, tras otra… una tras otra… sexo
duro, sexo salvaje… mi corazón no aguanto, un infarto le dio. Fue milagroso que
siguiera viva y sin secuelas, Dios estaba conmigo:
“Con hilos de amor me llamaste me
seguiste en mi oscuridad, aunque huía tu nunca me fallaste, tu voz me volvió a
encontrar: Hija mía aquí estoy, ten fe, yo nunca te dejare, siempre junto a ti”
Inspirado en tales canciónes:
Escrito: 22 de febrero del 2025
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