Reflexionando en: “…tu presencia…”

 

Me desperté exaltada chorreando en sudor, con la ansiedad haciéndose notar, es que es demasiado el tiempo que me alejé de ti Señor ¿Cuántas veces me has levantado de mi caída? Yo aun sigo cayendo, decepcionándote día tras día, o no señor, no pienso pedirte perdón, no lo merezco, cuando uno pide perdón es para cambiar, hacer el bien, que clase de criatura soy, que no dejo de caer, no logro hacer el bien…  son pocos los momentos de lucidez, quiero aprovechar para escribir estas líneas, que sin ti estoy en la lona Señor, sin ti estoy perdida Papá… Sí, tu eres mi Padre, y yo una pésima hija, tantas veces que as recogido mis pedazos, con mucho cariño, lo has vuelto a construir, cuantas veces he despertado en el bedil, con la paciencia del pastor, como el padre del hijo prodigo “que se alegra tanto que haya vuelto a casa, no piense, que descanse que no pasa nada, y echo una ovilla en su regazo soy consciente que tengo vida, tengo dueño, soy querida…"

 

Vuelvo abrir los ojos, un nuevo amanecer, una nueva oportunidad, 24 horas nomás, solo por hoy, voy a escuchar mi corazón, no merezco tu perdón, yo sé hacer el bien, soy incapaz de hacerlo, pero solo por hoy lo voy a intentar, si, sin esperar nada a cambio estás líneas te haré llegar, aquel que tantas veces me perdonó la herida, y curó mi herida… Me visto deprisa, empaqueto una bolsa llena de basura… llego al bosque a caminar, a respirar de aire puro, respiración cada vez más calmada, sin nada tóxico en mi cuerpo, todo natural y limpio, sobretodo tu Papá, se mi paz en la tormenta, no te rindas Papá, una vez más,  fe y esperanza cuando mi mundo no pueda seguir,  cuando no pueda seguir, guíame en mis torpes pasos, mi corazón anhela algo más, te acercas Papá, me ayudas a seguir, a tener paz en la tormenta.

“Mi anhelo es buscarte día y noche, de tu amor y la ternura de tu espíritu Señor… en tu presencia hay plenitud de gozo en tu presencia delicias a tu diestra de siempre y para siempre en tu presencia, encuentro paz, amor y sanidad en tu presencia”

 

Sin pensarlo, llego al vertedero, tiro esa bolsa llena de alcohol, sustancia,  adicción, con ímpeto, queda arriba del todo, imposible de regresar a mí, abro mi mochila, sacó ese gran libro de ley, salmos “16.11: Me mostrarás la senda de la vida, en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” “Vuelvo a ti, no te pienso soltar” “Nunca se apartará de tu boca este libro de ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Josue 1.8.”

Escrito: 20 de mayo del 2024.

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