El ajusco: Recuperándome de la ganstronteritis |
No pasé una noche placentera, alguna que otra vez, Emmanuel tuvo que correr por mis ansias de devolver. En una ocasión, desperté a su familia, y también nos ayudaron. Eran cerca de las 4 de la mañana cuando al fin pude descansar como era debido. Aquella mañana me sentía muy cansada y sin fuerzas para nada. Temía comer, por eso mismo, dejé aparcado el vaso de leche, y desayuné unas tostadas, con tomate untado (tipico de Cataluña) aceite, jamón dulce y queso.
A media mañana me acosté, sí, al mismo momento, que Emmanuel saldría con su mamá hacer unos recados y aprovecharían para pasar tiempo juntos, que el tiempo se les acababa ya que al día siguiente marcharíamos. Daniel y Estephano me acompañaban en el salón, de tanto yo dormía. Desperté a las 4 de la tarde. Como me suponía, Emmanuel y su mamá no habían vuelto. La comida se enfriaba, pero nadie habían comido, decidimos esperar a madre e hijo para empezar. No tardaron mucho mas en llegar, entre charlas conversábamos.
Pan con tomate untado y aceite de oliva: Un manjar típico de Cataluña |
Más tarde Emmanuel y Estephano, marcharon a por unas películas, para ver mas tarde los cuatro. Entre otras trajeron Diario de una Nimfomana, en el que no tardemos en encerrarnos en la habitación los cuatro para verla. Con el fin de esta película, el día se había acabado, en el que los cuatro seguimos hablando, entre anecdotas y risas.
Escrito: 03 de septiembre del 2013
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