Él que estaba ya mayor, enfermo, totalmente dependiente, encerrado entre esas cuatro paredes, de aquel hospital geriátrico... que no lo veían como persona... sino como un usuario al que tratar...
Él que siempre fue un gran trabajador, que desde bien joven, asta el inicio de su jubilación, trabajó de sol a sol... sin depender de nadie, cuidando de aquella que más amaba... Que quedaba de él, en esa vejez, en aquel hospital, que poco trato humano quedaba.
Él se quejaba de ella, de su mujer, por privarle tanto... en sus años de vejez, se sentía como un niño atrapado en su red... Él sabía que ella solo quería cuidarle y protegerle, pero su orgullo, le impedía demostrárselo, solo se lo comunicaba en forma de gruñidos y protestas.
Todos eran conscientes que la vida de él no estaba segura, que cualquier momento, podía decir adiós... Lo que nadie imagino... que quien primero partió, fue ella, dejando a él solo.
Él se rompió en mil pedazos, dejando su orgullo de lado, llorando como nunca había llorado... la persona que más amaba lo había abandonado, ya nada valía la pena... aquello no le parecía real, solo una terrible pesadilla que tenía que despertar... no hubo despedidas, no hubo un te quiero... ahora solo quedaba lamento...
Ella había dejado a él, en un infierno lleno de desconocidos, solo ella era su consuelo... ya todo acabo... solo podía llorar, de tanto los recuerdos de ella, no le dejaban de atormentar... Ya nada le importaba... ya para él... nada de aquello era real... Estaba muerto en vida....La vida, no solo le había arrebatado su libertad, se había llevado a la única persona que le daba vida...ahora, ya no quería luchar más, no quería vivir más... solo quería descansar en paz... despertar... volver a la realidad, solo quería abrir los ojos estar junto a ella en la eternidad...
Escrito: 13 de marzo del 2014
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