Dos niños se encontraron, se miraron, se examinaron de arriba a abajo...
- ¿Y tu? ¿Donde tienes tu silla de ruedas?
- ¿Mi que? Yo no tengo eso...
- ¿No? ¿como vas por la vida?
- ¿Como que como voy? Con mis piernas...
- ¡¡¡Ah!!! ¿Como haces carreras?
- Yo puedo correr...
- ¿Sí...? Venga... Te hago una carrera...
- Vale -ambos se prepararon al tiempo de 3, 2, 1... inició.
- Wow!!! Tus ruedas son tan rapidas como las mías...
- Pues claro tu y yo somos iguales ¿o no? -empezaba a dudar...
- Supongo que si... somos niños los dos... ¿tu tienes juguetes? ¿te gusta jugar con ellos?
- Claro, tengo muchos coches y camiones... ¿y tu? ¿Te gusta ver pelis?
- Siii mi peli preferida es Tarzán...
- Wow!!! la mía también!!!
- Raul cariño ¿vamos a tomar un chocolate, aquí al lado? -apareció una mujer, dirigiéndose al niño sin discapacidad.
- Hola mama, él es mi amigo, el camina en silla de ruedas... pero somos iguales ¿Te gusta el batido de chocolate? -le preguntó a su nuevo amigo.
- ¿Estas de broma? ¡¡¡Me fascina!!!
- Lo ves mama... ¿puede venir con nosotros?
- y sus papas le dejan claro que si.
- Están allí son ellos que saludan desde la terraza del bar, yo preferí jugar con mi nintendo...
- ¿Te gustan los videojuegos? ¡A mi también! ¿A que juegas? Asomo su cabeza...
- Super Mario Bross... Yo lo tengo en Xbox ¿has jugado alguna vez?
- ¡Pues Claro!
- Puedes venir a mi casa a jugar un día si quieres ¿verdad mama?
- Si sus padres le dejan claro que si, vivimos sin escaleras, asi que no hay problema -confirmó su madre con una sonrisa.
- Vamos a tomar ¿el chocolate mama?
- Si, si ellos les parece bien nos sentaremos con tus papas -Condució la silla del nuevo amigo de su hijo asta la mesa de los padres de este. Ellos no pusieron pega, mientras los padres de ellos dos hablaban y se conocían, los pequeños, se amigaban aun más y dio comienzo a una larga y sincera amistad
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