Sí yo estoy ajuntada, casada, soy una mujer feliz, sintiéndome amada, hoy soy así, pero no siempre fue de esa forma, antes de llegar a esa oportunidad, que dejaron en segundo plano la discapacidad, se centraron en mi persona.
No todos son así, por no hacer daño a la persona con discapacidad, es cortes, amable, con un carácter exagerado, que la dirigida, que es muy probable que su autoestima, esté bajo cero, eso provoque confusiones considerables, ya que su corazón no tarda en encariñar, o peor enamorar, de aquel o aquella, que solo mostraba amabilidad, todo por no lastimar.
A mí me paso, antes de conocer aquel que llevamos más de seis años juntos, por asuntos de trabajo, frecuentaba en un restaurante, que uno de los camareros, era más que atento, amable, siempre estaba pendiente de mi, siempre me regalaba piruletas, me defendía de los pervertidos, me decía cosas bonitas, era muy atento conmigo, me habría siempre la puerta según él “Me hubiese puesto celoso, si lo hubiese hecho otro” Se fijaba en mis cambios físicos, ya sabéis cambio de look, cosas así, me repetía lo guapa que estaba… Si os soy sincera, ya mi cerebro ha preferido olvidar, el caso es que acabé loca por él, viendo que él no se decidía, estaba en la certeza, que era muy tímido, por ello, me decidí yo, hubiese estado bien plantearle un beso en todo los morros, pero entre que yo quedaba más baja que él, y mi timidez... todo quedó en una nota que le entregué “me gustas mucho” ¿Su respuesta? “No es por ti, no salgo ni contigo, ni con nadie, soy un chico solitario” Me dolió, claro que me dolió, no podía entender, tanta señal, sino sentía nada… Ahora ya, me pongo a pensar, no era más que una gran cortesía, una grandísima amabilidad, que mi corazón, mi persona, no tardo en confundir, para acabar sufriendo como sufrí.
Este mensaje, son para aquellos que tienen una amistad con una persona con discapacidad, que son conscientes que para esa persona sois más que un amigo o amiga, pero para vosotros, no es más que una amistad:
- • Ser sinceros desde el comienzo.
- • No tratéis de algo más, cuando solo se trata de amistad.
- • Controlar vuestras palabras, vuestros actos, que no se confundan. Es muy posible que la persona que tenéis delante lo mal interprete, lo lleve por otro camino, que realmente no tenga nada que ver.
- • Sobre todo, dejar los súper piropos continuos si solo es una amistad, ejemplo; “Eres preciosa, pero es que ya tengo pareja” Entonces: ¿por qué tanto preciosa, si no sientes nada, más que una linda amistad? ¿Por qué tanto acercamiento? ¿Por qué tantos gestos que delatan más que amistad? ¿Por pena por solo tener una discapacidad? ‘¡Pena ninguna! No le haces ningún favor, ser honesto con esa persona, contigo mismo, sino la caída, el sufrimiento será peor.
- • Trata a esa persona con igualdad, como si no tuviera discapacidad, es un adulto como tú, sea lo que sea, lo puede afrontar. Mantenle la dignidad.
- Si no hay oportunidad, no ilusiones
Escrito: 19 de diciembre del 2015
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