La desintoxicación es un proceso duradero, y no fácil, no se trata de dejar el alcohol, y la sustancia, eso es lo más “fácil” lo complicado, está detrás… como se dice en los grupos “No se trata de tapar la botella” Cuanta razón… como el primer paso “admitimos que somos impotentes ante el alcohol, la sustancia que nuestra vida se ha vuelto ingobernable” lo mismo, no se trata de tapar la botella…
Consumimos por las razones que sean, pero intentar tapar los sentimientos, ignorarlos, no darles el valor que tienen, es uno de los principales. ¿De qué sentimientos estoy hablando? según mi propia experiencia, mi propio testimonio, el dolor, la tristeza… es como cuando quieres transmitir a tus seres queridos, te sientes ignorado@, has aprendido, a barreros bajo la alfombra.
Alcohol, drogas, son excelentes como anestesia, tanto físico, como emocional, al final te has acabado autoconvenciendo que tu dolor emocional, no es importante, no expresándolo, desaparecerá, que exageras, con eso con la adicción a bordo, pues es el antídoto perfecto…
Estando en desintoxicación, ya no nos sirve ese antídoto, el dolor llega, aunque quieras restarle importancia, duele como si fuera el mismísimo corazón… siempre lo has evitado, no quieres sentirlo, te quema todo como si todo tu cuerpo estuviera en llamas, entonces explotas, explotas en cascada de llanto desconsolado “Que verguenza” pensarás, pero tu cuerpo no está concorde con tu mente, está liberando años de estancamiento, que le has prohibido fluir, pensando que ignorándolo desaparecería, pero atención de Spoiler… “No desaparece, el tiempo no es el olvido, sino, afrontando tus propios miedos y fantasmas…”
“Arriésgate a ser vulnerable” no eres menos hombres ni menos mujer, por libertarte a través de lágrimas, más bien es el trampolín, por volverte a levantar más fuerte que nunca de la misma manera eres muchísimo más comprendido y valorado….
Escrito: 24 de mayo del 2025
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