Hace unos meses tuve la oportunidad de ir a un retiro espiritual, una experiencia, que aunque no lo parezca, fue muy liberadora, a causa de ello, inicie una nueva cuerda de sobriedad donde sujetarme, con una nueva actividad que la vida puso en mi camino “Calmar la mente”
Realmente me asustaba tal como me derrumbé, como me liberé, en aquel retiro, me horrorizaba que me volviera a derrumbar de tal manera, aún así, había algo que me llamaba estar allá, había necesidad superior, como no, mi mente es de todo menos calmada… los procesos de mi vida, no son precisamente leves “Puede que tengamos miedo de que al ponernos en contacto con nuestros sentimientos se produzca una abrumadora reacción en cadena de pánico y dolor” Tal como leí en algún lugar, definitivamente me siento así...
Es complicado, lo se bien, cuando te han criado así… si encima tienes la enfermedad de la adicción ya es la bomba final. Ignoro si es genética, si tengo la enfermedad de la adicción, o un conjunto de todo, pero todo trata “Enfrentarse a los sentimientos” aquello que jamás me han enseñado hacer, soy demasiado idéntica a mi progenitor, pero a la misma, estoy rompiendo círculos, para que las futuras generaciones no tengan el mismo sufrir, mi mente pone demasiados muros en tal actividad como “Calmar la mente” y escucharme a mi solo a mi admitir lo que me duele, lo que necesito, lo que quiero… y lo que odio, sin avergonzarme, ni sentirme culpable.
Calmar la mente es la actividad sencilla y difícil a la vez, no hay que hacer más, estar en silencio, escucharte, estar solo para ti, si la necesito la que más, pero a la vez, me es la más complicada de hallar…. Podemos llegar a la luna y tocar las estrellas, pero somos incapaces de aceptar y trabajar nuestros sentimientos, nuestras virtudes, nuestros defectos, nuestro bienestar emocional. En mis días de activo, tuve que emborracharme para tener una conversación delicada con mi padre, aun así acabó mal… Mi mente me dirá que no necesito ninguna actividad de ese tipo “Estoy bien” “Aquello ya no me afecta” mi corazón dice que si, la abraza, sin tapujos sin vergüenzas, admitir, lo que hay dentro de mi, romperme en cascadas de agua, sin importar quién esté mirando… ¡¡¡Es necesario!!! ¡¡¡Es sano!!!
No soy la mejor, no soy la peor, yo soy quien soy, una persona con cualidades, y defectos, una persona que ha cometido errores.. pero sobre todo una persona que le puede costar más o menos, pero que quiere ser la mejor versión posible de sí misma… soy una persona intentando mejorar cada día restaurar esa niña interna que vive dentro de mi, que no sabe, que no entiende… pero solo quiere reconstruirse, sanar…
Sí tenéis oportunidad de una actividad de tal magnitud, no lo dudéis contra más decis “no lo necesito” más se delata el sí… “Calmar la mente” “meditación” “Yoga” Entrar en ese espacio de reflexión con uno mismo, es lo más sano y lo necesitamos todos… todos….
Escrito: 28 de marzo del 2025
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