miércoles, 23 de abril de 2025

Relato: Ella y San Gorge una década después

 


Hacía tiempo que no lo destacaba pero aquel 23 de abril, no pudo evitar pensar en ese día especial, que marcaba en aquella ciudad, como un día de enamorados, con un dragón destaca la leyenda, que escuchaba en cada rincón en cada plaza. 


Más de una década, que marcó entre letras su necesidad de sentirse princesa, y si lo fue, quizás y es muy posible que la desesperación de su mal presente, le hicieran correr, a los brazos de aquel vestido de guerrero, en el que no puede negar que llegó a tener todo lo necesitado, incluso la maternidad le llegó sin aviso, de unos gemelos idénticos…



Amaba a sus gemelos, mas que a nada a ese mundo, más que así misma, pero ese hombres vestido de guerrero, le salió rana, para no decir ogro ya que desapareció un día así tal cual, al igual que creció sin la figura paterna, estaba,criando a esos niños, sin un apoyo, sin el amor incondicional, que ella tanto carecía, que ellos tanto necesitaban…




Más de una década había pasado, ella ya entendía que sus prisas del pasado, realmente no era amor, sino la necesidad, ese compañero que tan guerrero parecía, se convirtió en un dragón, como sumaba la leyenda… Con todo sobrevivió, sacando adelante a sus dos niños, los verdaderos amores de su vida, pero ellos ya iban creciendo, algún día tendrían su propia familia, es ahí, cuando empezaba a entender el verdadero sentido, de  la unión del matrimonio, es compañero por siempre, tu media mitad… No quería pensar, pero ella necesitaba, no que la salvara de dragones, ella misma era capaz de ello, pero si un compañero, un verdadero compañero, que la amara, la valorará, que le hiciera reir a carcajada, sin motivo de ninguna lágrima, un compañero que la respetase incondicionalmente, que aceptara su pasado, sus defectos, le ayudará a mejorar de ellos, ya no necesitaba de grandes aventuras, sino del amor incondicional, en la rutina, lograr algo mágico en cada día… 



Quiso correr contra corriente, hacer su tiempo, aquel que aun no era suyo, pero con todo salió a flote, más fortalecida que nunca, al igual que esos dos príncipes, que tenía de por vida…



“Y aunque la tormenta llegue de repente

Y en algún momento no encontremos paz

A veces nadamos contra la corriente

Porque sé que tú al igual que yo, siempre vas a estar (ah-ah)

Si mañana el amor no está de moda (oh-oh)

Y por viejos ya nos cueste caminar

Cuando estamos juntos todo se acomoda (eh-eh)

Porque sé que tú al igual que yo, siempre vas a estar”



No podía evitar cantar, como un disco rallado la tenía en su mente… en una noche estrellada, pasó por delante de sus ojos, una estrella fugaz, la primera, que vio huyendo de la ingenuidad… no pudo evitar, con su pensamiento brotar ese anhelo de su corazón…. después no tardó en acostarse y dormirse, sin pensar más en el asunto… siguiendo su vida diaria, los niños adolescentes, trabajo, quehaceres, entre tanto y tanto, se daba un tiempo para tomarse un café, donde Tommy no tardaba, en atenderla entre cafés en forma de corazón sonriente,  entre carcajadas, detalles, consejos, cuidados, en cualquier problema… Ella no había hecho conciencia de ello, hasta ese 23 de abril, de una década después, su café no tenía carita sonriente, ni un corazón, sino “I love you” ella quedó perpleja, sin saber cómo reaccionar, pero entonces, en su memoria, le recordó, todos esos cuidados, consejos, esas risas, para alejar esa tristeza de su rostro. Y todo empezó por esa lectura, ese mismo libro que ambos leían en ese mismo momento, iniciaron a comentar, hablar, de allá sumergió la amistad,  No había hecho conciencia, que alguien se había acomodado a su lado Tommy con una rosa entre sus manos: “¿Qué me dices?”  A ella no le disgustaba, más bien se sentía muy agusto, y comoda con Tommy, se sentía arropada, valorada, respetada, comprendida, todo lo contrario con el padre de sus hijos… ¡¡sus hijos!! Él adoraba a sus hijos, y sus hijos, inconscientemente, lo veían como un referente paterno, a él no le disgustaba ayudar, sin pedir nada a cambio… ese 23 de abril, ese San Jorge de una década después, ella empezó algo nuevo, ese nuevo inicio, que seguiría hasta el fin de sus días…. Porque ahora sí entendía el verdadero significado del amor y de la vida…


Escrito: 23 de abril del 2025

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