No, no voy a ningún lugar, me
costó tiempo en entender, realmente no llego a comprender, el porque me canso
de esperar, porque mi impaciencia, me supera, tiene que ser dicho, hecho, ya, ¿en
serio? ¿De verdad? Vivimos en un mundo, donde la impaciencia es el numero uno, las
prisas, la gente, el tráfico, para que tanto correr… vivir en la carne, es
demasiado estresante, parecemos, animales irracionales, zombies sin rumbo más
allá del suicidio… Cierro ojos, respiro
profundamente, una, dos, tres, ya, necesito paz, el mundo puede esperar, lo
primero es mi paz… cojo mi guitarra, mi fiel compañera desde los 4 años, me
salgo a caminar, por toda aquella que es tu creación, las montañas, los montes,
los valles… mis dedos no esperan orden, empiezan a dar vida, a las notas, a la
música… Al mismo tiempo que mi memoria me hace presente, las veces que
estuviste a mi lado, yo poco o nada fui consciente, gloria a Dios, que me llegó
luz y entendimiento, fue el comienzo que el espíritu vivió en mi, por ello, es
necesario recordar, sobretodo en momentos como este, donde la carne gana a la
fe
“Por qué me canso de esperar, si
siempre me guardó tu mano, ¿De que serviría ganar, si termino lejos de tu lado?
Todo esto que me ha transformado, que he ganado a mi persona, perdería su
valor, me recuerdo una vez más: No, no voy a ningún lugar, yo no voy, si tu no
vas conmigo, la promesa no es llegar, sino que tú irás delante de mí, enderezando
todo camino torcido, quebrantando puertas de bronce, cerrojos de hierro harás
pedazos, la promesa, es que estás conmigo, que me esfuerzas, siempre me vas
ayudar y sustentar con tu justicia, la promesa, es que no habrá rio, ni mar,
que me ahogue, ni fuego que me arda, la promesa, es que tengo poder, porque tu
caminas conmigo, eso me da fuerza, sabiduría, inteligencia, la promesa es, que
tu estás conmigo, tu eres lo que yo quiero en esta vida, tu presencia es mi
tierra prometida.
Mientras todos me desechan, me
recuerdan una y otra vez, mis defectos, “lo que jamás haré” “Lo que jamás podré”
tu me abrazas, me prometes todos lo contrario, me recuerdas que todo lo bueno
viene de tu mano, soy consciente una vez más, aunque el mundo no entienda, me ignoren
por completo, yo no voy a callar “lo que más anhelo es estar a tu lado” eres lo
más importante para mi, soy barro en tus manos, soy linaje escogido real
sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, me recogiste de las
tinieblas a su luz admirable, una cosa pido, Guárdame en tu abrigo, cúbreme con
tus plumas, no me dejes ir, porque el tesoro mas preciado, es tu presencia, Mi
Dios.
He encontrado en tus brazos, el
refugio soñado, "Porque tu eres medicina para mi cuerpo, y refigerio para mis huesos" nunca quiero alejarme de ti, he encontrado en tu casa, lo que
mi alma anhelaba a la vez necesitaba y aquí quiero vivir, por ello repito “No,
no voy a ningún lugar, yo no voy, si tu no vas conmigo, la promesa no es
llegar, sino que yo voy a caminar contigo, tu eres todo lo que quiero en esta
vida, tu promesa, es mi tierra prometida”
Relato inspirado en la canción "Tierra prometida de Kike Pavón"
Escrito: 29 de abril del 2024
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