Cuando se tiene una discapacidad, la negatividad ya va por delante, no, no, no, tu nunca harás, tú nunca podrás, nunca vivirás, nunca lograrás, la persona en la condición de discapacidad tiene dos opciones: Bajar la cabeza, resignarse, o determinar, accionar, creer en aquello como si estuviera ya realizado (fe) Es que la humanidad es de lo más negativa, cuando se habla de discapacidad, no hace mucho lo comente, la negatividad en la discapacidad, pero en estas líneas quiero recalcar, lo mucho que se puede realizar, lo mucho que se puede lograr…
Todo lo que te “Quita la discapacidad” Es realizable, científicamente hablando, cuando falta algún sentido, o capacidad motora, o psicológica, los demás sentidos se agudizan, y sustituyen el sentido, o la capacidad que falta…
Yo en cambio lo veo distinto: algo más grande que yo, me tiene entre sus manos, me ama, me escucha, me consuela, me ayuda, me muestra su camino, aquella verdad que la humanidad quiere negar, que el vivir es mucho más de lo que se ve, de lo que se piensa. Yo que me veía como hormiga, indefensa, incapaz de ni siquiera ser fiel a mi misma, me consideraba de lo peor, e incapaz de ser independiente, es lo que el mundo me marcó… Yo ignoro cómo me levanté a una altura superior a lo imaginable, como acabé, siendo independiente, siendo capaz… ¿Soy madre soltera? ¿Yo haciendo taichi? ¿Yo ayudando en proyectos importantes? ¿yo líder de mi misma? ¿Yo capaz? en mis mejores sueños quizás… “pero muchas veces pensé que era imposible, que los sueños no se pueden alcanzar…” pensé… Pero el universo, la vida, Dios como yo lo nombro, si me vio, me ve, desde mucho antes que me fijará en él, él siempre ha estado, está, y estará ahí. Un poder, mayor de lo que pueda imaginar, me amá como nunca nadie me amará. Desde el momento que determiné, desde el momento que accioné, vi su bendición por todos lados, aquello, que tanto, imploré en lo secreto, lo vi delante de mis ojos… “sorprendida me he quedado sin palabras, el cómo me has llevado hasta aquí…” Es que cada caída, cada error, era necesario, solo por tu gracia, por tener la fuerza de hoy tener el convencimiento hoy de lo mucho que soy capaz.
Sí, doy fe, que es posible subir montañas aunque no tengas piernas, es posible es posible andar sobre las aguas, es posible, es posible correr esta carrera, con el milagro de llegar hasta el final… Mis procesos no son nada fáciles, semejantes a cruzar desiertos, batallar con gigantes o serpientes venenosas, pero con todo la batalla la gané, yo no me vi, pero él sí me vio, y creyó en mí muchísimo más de lo que el mundo me vio capaz, muchísimo más de lo que yo me veo capaz, al final yo encontré es posible por la fe…
“Cuando el mar te dice te hundirás, me das tierra firme y puedo cruzar, cuando el monte (o la sociedad) dice: no pasarás, tengo tu palabra eso bastará”
De eso se tratan estas líneas, de lo superiores y egoístas que somos el ser humano, muchas veces por ignorancia, otras por proteger, otras más, por maldad, realmente ahí algo que lo mueve todo, personalmente, desde bien chiquita escuchaba sus promesas, hoy de adulta cumplidas, es la fuerza que mueve mi vida, con mis dificultades, él me vio, y me ve capaz, él creyó, y supo como sanar mi herida más profunda…
Escrito: 15 de mayo del 2025
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