Mi papá es invisible, no está en
el cielo, mamá dice que vive en casa, pero yo apenas le veo, mamá dice que
trabaja mucho, para que no me falte de nada, no entiendo eso, yo no necesito
nada, solo a él.
Mi papá es invisible, mis amigos
dicen que yo no tengo papá, ¡¡no es verdad!! Tengo un papá que me recoge cada
día del cole, me protege de los niños mayores, me lee cuentos, y juega conmigo
a las casitas. Tengo un papá invisible, que me levanta besos y risas, tengo un
papá invisible, cada noche me da un beso, con un te amo, tengo un papá
invisible… Nadie lo ve, porque es
invisible, solo yo tengo ese super poder, que nadie más tiene, el poder estar y
convivir con mi papá, él está conmigo a toda hora, es mi escudo, mi protección,
es mi fuerza en aquello que yo no llego, ese poderoso gigante, alto y fuerte
como un árbol, mi papá.
Mi papá es invisible, ya tengo 15
años sigo teniendo un papá invisible, solo me lo encuentro para ordenarme o
regañarme, ni una palabra de aliento, ni preguntas de curiosidad, solo ordenar
o regañar, recalcándome que gracias a él tengo un techo donde vivir, ropa,
comida… Él sigue sin entender, que no necesito nada de eso, solo le necesito a
él, su presencia… no tengo más respuesta que la rebeldía. Me centro en mi papá
invisible, que no se pierde ninguna de mis competiciones, donde el domingo
paseamos por la montaña, mientras le explico mi semana, donde no hay día sin
que me diga un “Te amo” Tengo un papá invisible donde me recuerda cada día, que
no hay nada que yo no pueda hacer… tengo un papá invisible que me protege de
esos chicos que solo quieren un cuerpo desnudo… Tengo un papá invisible…
Tengo un papá invisible… ya tengo
35 años, mi propia familia montada, aún sigo sin tener un papá presente, mi
hija apenas ve a su abuelo, yo sigo siendo esa niña rota, con mi papá invisible
aún conmigo, que calma mis temores, me palabras de aliento y de ánimo. Tengo un
papá invisible, que me abraza de felicidad por cada cosa lograda… Tengo un papá
invisible que llena cada semana de buenos momentos a su única nieta, tengo un
papá invisible que cada semana llama a su nieta para saber de ella… Tengo un
papá invisible.
No solo los mas pequeños tienen
amigos, o papás invisibles, los adultos también, ya que esos adultos, no
dejamos de ser niños rotos, queriendo encontrar ese papá en su realidad, los
adultos no dejamos de ser niños, esos niños con carencias afectivas, su cuerpo
se convierte en adulto con las mismas carencias en él. Lo que vive un niño, le
sigue en su adultez… Tengo un papá invisible, yo no quería juguetes ni cosas
caras, solo quería la presencia de mi padre, en alguna etapa… de mi vida… pero
solo tengo un papá invisible… mi niña interior y toda yo echa pedazos…Tengo un
papá invisible…
Escrito: 16 de septiembre del 2024
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