“Por la gracia de Dios”: Reflexión personal

 

Jamás pensé que acabaría reflexionando sobre esta frase tan conocida, amada por unos, detestada por otros, realmente, yo soy mas de lo primero que de lo segundo. Ya que nada escapa de su control, si me viera la Vane de hace dos décadas atrás, sería mas de la segunda que de la primera, por la gracia de Dios, alabado sea, cambio la situación.

Hablemos de este último tiempo, en él se me revelo y se me está revelando bastante palabra suya. No solo me está concediendo los deseos de mi corazón, sino me está llevando a una etapa superior de mi propia persona a mi propio entender de merecer.

“Eres fuerte y valiente, una guerrera capaz de matar Goliats, todo el mundo es testigo de eso, solo falta que tú lo veas, tú te lo creas” Trabajo, independencia, amor, familia… deseos concedidos, pero él me está preparando para otro nivel, “Por la gracia de Dios” he pasado por todo lo que pasado, tanto bueno y como malo, una preparación de guerrera, para estar donde estoy, aun más si es posible, sí es posible, jamás imaginé estar en la etapa que estoy, y con una desintoxicación a cuestas pero “por la gracia de Dios” lo conseguiré.

 

Hoy entiendo y agradezco cada etapa, que ha construido la mujer que soy hoy, realmente fuerte, y valiente, con un poderoso gigante a mi lado, que me escogió y por su gracia, no me va a soltar. Yo solo tuve que determinar, tener la fe, lo demás viene solo. Mi voluntad es un desastre. Pero guiándola él tengo la victoria. Grandísimas cosas tiene para mí, mucho más de lo que yo me conformaba mucho más de lo que yo creía de mi misma que deseaba, que me merecía.

 

“Por la gracia de Dios” estoy de pie, y más fuerte que nunca, pero para ello, era necesario el camino recorrido lo positivo, y el valle de muerte, de todas ellas, él jamás se ha alejado, asta el día de hoy, asta que llegue el día de mi muerte. Solo puedo agradecer, jamás imaginé verme como me vi, en tales situaciones, como me estoy viendo ahora, pero por su gracia será posible, y saldré victoriosa.

 

 

Escrito: 09 de abril del 2024

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Palabras a mi sobriedad

 

Cuanto tengo por decirte, cuan tan poco te valoré, siempre convencida de lo contrario, ese dragón que te come la oreja no deja de susurrarte, que tu mejor aliado es la muerte. Tú ahí estas, callada, escondida, paciente, sabiendo que los últimos serán los primeros.

Llevo bastantes 24 horas, días, semanas, meses, años, sin esa primera copa, sin esa primera gota, no ha sido fácil, nada fácil, mi enfermedad atacándome, susurrándome, mentiras, y más mentiras, que yo me creía, ya que vivimos en un mundo que cree mas a nuestra enfermedad que a nuestra persona. El mundo, mi alrededor, me atacó, afirmaba los susurros de mi enfermedad, ese dragón que no calla, que escupe fuego hasta matarte.

 

Pero ahí estabas tú, cuando al fin determiné, le entregue mi voluntad, a alguien superior a mí, lo logré, paso a pasito, llantos, sudor, lágrimas, momentos de desesperación, pero ahí estaban esas personas, que solo ellas podían entender como me sentía, que no era lo que mi enfermedad, mi cabeza, mis pensamientos decían, habían momentos de lucidez, que creía en ti, deseaba tener la voluntad y fuerza para salir, asta que entendí,  que la fuerza no estaba en mí, ese adversario, era digno de un poder superior, que si yo ponía toda mi voluntad y determinación, él no me permitiría caer, ya no más. Me humillé, había perdido, casa, familia, trabajo, dinero, mi dignidad, incluso mi identidad, solo acepte, que yo solo no podía, pero ya no quería volver a ese infierno continuo, ni siquiera imaginar, le entregue toda mi voluntad, solo ese poder podía lograr cambiar lo que el mundo me había marcado, me había arrebatado.

 

Sobriedad, gracias, gracias por la paciencia, por mantenerme determinada, y firme en mi determinación, gracias por mostrarme, la otra cara de mi persona, la verdadera. Aún tengo que hacer mucho trabajo en mi persona, amarme más, creer más en mi propia persona, pero me gusta, por cual camino me está dirigiendo, gracias, infinitas gracias. Sobriedad, eres mi tesoro mas preciado, porque sin ti, no soy ni siquiera persona, Gracias, gracias por no rendirte jamás, creer en mí, mucho mejor de lo que yo soy capaz de creer…

Escrito: 08 de abril del 2024

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Relato: Durmiendo con el enemigo

 

Después de décadas juntos, nos metimos en líos, en mi mundo me cree que el resto del mundo era malo, nosotros dos los únicos con la lógica, sabiduría e inteligencia. Nosotros sabíamos el resto del mundo se equivocaba.

Era una relación extraña, tóxica, había más lágrimas que sonrisas, había mas muerte que vida, pero yo estaba ciega, para mi él era lo único importante, con él asta el fin del mundo. Me era imposible entender otra manera de vivir.

 

Él era el único de fiar, los demás pura desconfianza, solo nos querían dañar. Crecí en un lugar llamado tóxico, mi padre pegando a mi madre, mi madre, justificándole todo el día, orando por él, aguantando lo que venía…

Mi compañero, trabajaba todo el día, llegaba exhausto, entre drogas en su sangre, decía que las necesitaba, me recordaba a mi padre, quizás era yo la extraña por no aceptarlas. Una noche, nos invitaron a una fiesta, yo super ilusionada, al llegar me encontré la típica fiesta, donde más que los sentimientos de las personas, lo que importaba eran las drogas, mi pareja, empezó a tomar, como todos los que nos rodeaban, yo me sentía como el bicho raro… todos me miraban me incitaban a consumir, y sin pensarlo dos veces lo hice. Me encantó la sensación, al fin estaba en sintonía con mi pareja. Drogas duras la llamaban, a mí me entusiasmaba, después parecía no haber consecuencia, en ese estado no había malos rollos, y disfrutábamos sin darme cuenta de que me estaba matando poco a poco, pero más rápido que el tabaco.

 

Llegó la primera discusión en ese estado, me grito, me levantó la mano, me pegó, no una, ni dos, ni tres… pero yo me sentía invencible, no sentía dolor, mi burla aun le enfurecía más… no hubo flores para pedir perdón, ni palabras de consolación, solo droga para tapar el dolor… Una noche, fue tal paliza, fue tanto que me metí, que vi la luz, más bien la muerte de lo más cercana volví al inframundo, siempre lograba salir diciendo “Nunca más” en solo unas horas más tarde volvía a empezar… aquella vez, vi la muerte rozándome, besándome la piel, casi, inspirándola, después la luz, una reluciente y hermosa luz… “Yo te elegí, te perdí, deje a 99 ovejas, para buscarte, al fin te hallé, mi hija eres tú, deberías estar muerta, aun no llegó tu hora… solo despierta ya, se consciente de la realidad…”

 

Abrí los ojos, desperté… mi mente había vuelto a la normalidad, las palpitaciones habían marchado. Mi pareja estaba semi inconsciente en el suelo… ¿Cómo podía sentirme tan fuerte? Llamé a emergencias, se lo llevaron de urgencias, insistí que me hicieran análisis “yo también estaba intoxicada” No entiendo como los análisis decían lo contrario, encima me regañaron por hacerles perder el tiempo… por una vez que era sincera… no entendía nada… vieron mis golpes por todo el cuerpo, no tuve que decir mucho, entendieron el mensaje al momento, se lo llevaron detenido, yo me negaba, entre lágrimas, yo aun le defendía, como mi madre defendió a mi padre asta el día de su muerte… No fue fácil el camino, pero aquel, que me salvo de la muerte, me puso a las personas adecuadas para sostenerme… me ayudó a no caer más, a conocerme a mi más, amarme a mi más… sufría dependencia emocional, ahora años después soy consciente, que la mayoría del mundo son amables e intentan ayudarte,  que el único enemigo fue él, que durante años, estuve durmiendo con mi peor enemigo… y no al revés

Escrito: 26 de marzo del 2024

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Poesía: ¿Escritora yo? Yo no lo sé... 2024

 

¿Escritora yo?

Yo no lo sé…

Solo sé,

Que escribir me ayuda a bien.

 

¿Escritora yo?

Yo no lo sé…

Solo sé,

Que mis dedos teclean mi voz, mi sentir, mi emoción. 

¿Escritora yo?

Yo no lo sé….

En cada línea verás,

Sentimiento, emociones, reflexiones…

De mi vida, testimonio serás.

 

¿Escritora yo?

Yo no lo sé…

Entre fantasía y realidad,

Espectador serás.

 

¿Escritora yo?

Yo no lo sé…

Entre líneas me sumerjo,

A mi otra realidad.

 

¿Escritora yo?

Yo no lo se…

Está vez seré yo la heroína de la historia,

La que mata dragones,

La que rescata, no la rescatada…

 

¿Escritora yo?

Yo no lo se…

Solo soy poderosa, amada,

Todo aquello de un corazón anheloso.

 

 

 

¿Escritora yo?

Yo no lo sé,

Fantasía y verdad, se mezclan,

Y se hacen realidad.

 

¿Escritora yo?

Yo no lo sé…

Expresión entre letras,

Un don que no puedo negar.

 

Poesía, relato, reflexión,

Todo es expresión,

Lo que no llega mi voz,

Fe, esperanza, e ilusión,

Marcan la dirección.

 

¿Escritora yo?

Yo no lo se…

Mis dedos teclean letras sin parar,

El corazón es quien lleva el timón.

¿Escritora yo?

Yo no lo sé…

Pero si realmente me quieres conocer

Sumérgete, léeme…

 

Escrito: 21 de marzo del 2024

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Relato: Hijo prodigo

 

 

Me creí muy listo, herencia deliciosa, dinero da el poder, me creí, que yo era el rey, yo controlaba, de casa me fui sin apenas despedirme, ansioso, avaricioso de fiesta en fiesta, de adición en adicción, de adulterio en adulterio “Yo controlo me decía” me olvide de Mateo 6.24. olvide todas tus enseñanzas, todos los valores que tú me mostraste… tuve que pase mil y una calamidades, incluido comer lo que comían los cerdos, no tenía nada de nada… Con toda la humillación, sintiéndome indigno de ti volví, a tu casa, a nuestro encuentro volví Para mi sorpresa, tu no me miras así, me recibiste con una sonrisa en tus labios, me abrazaste con fuerza…

 

Tu mi padre, perdonaste, la ofensa de tu hijo, recibes al humilde y perdido, me siento en tu mesa, ahora si me alegra pasar tiempo contigo, y lo veo lo veo en tu rostro que te alegra pasar tiempo conmigo, eso me llena el corazón y eso sana gran parte de la herida que tengo en mi alma, me hace crecer espiritalmente.

Corriste a mí, yo me arrodille “Padre he pecado contra ti y contra el cielo,  y no soy digno de ser llamado tu hijo” Pero tu parecías ignorar esas palabras le dijiste a tus siervos, que me hicieran fiesta “Que aquel que estaba muerto ahora está vivo, mi hijo” No pude más que agradecer…

Soy tu hijo el que estaba muerto, ahora estoy vivo, tu misericordia, tu gracia me libro del castigo, hoy vuelvo a tus brazos, con un corazón arrepentido “Volvamos a empezar Padre, eres mi guía, y mi luz, con eso yo soy luz”

 

De lejos corriste hacia a mi y sonreíste, al verme llegar hoy te confieso a ti Padre “no huiré jamás de tu paternidad” 

Escrito: 19 de marzo del 2024

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